TAMAULIPAS.- Para castigar con hasta diez años de cárcel a funcionarios, autoridades y o medios de comunicación que publiquen o difundan imágenes de un feminicidio, el Congreso Federal aprobó por unanimidad la Ley Ingrid, que ahora pasa al Senado.
Fue en febrero del 2020 cuando ocurrió el feminicidio de Ingrid Escamilla, quien fue revictimizada por las propias autoridades que compartieron y difundieron las fotografías de su cuerpo lacerado y estas se reprodujeron en la prensa nacional, lo que provoco la protesta del movimiento feminista que impulso la iniciativa que ahora es ley.
Tras recordar que, a Ingrid, víctima de feminicidio, “no se le otorgó protección jurídica ante la revictimización que sufrió cuando servidores públicos filtraron a medios las fotografías de la escena del crimen”, la diputada de MORENA Laura Pérez dijo que en este dictamen se configuran las demandas de miles de mujeres que a lo largo de muchos años han enfrentado la revictimización y la violencia institucional de un Estado que tiene por obligación garantizar su seguridad.
La incidencia de estos delitos se agrava por “una tendencia institucional hacia la impunidad sistemática en el procesamiento judicial” explicó la legisladora promovente quien también narra cómo se seguía exponiendo de forma explícita el cuerpo de las víctimas, dañando el debido proceso y en agravio de la dignidad, intimidad e identidad. De ahí que se hace necesario “castigar la revictimización, estereotipar, discriminara y estigmatizar a mujeres, niñas y adolescentes”.
Pero como toda ley en México, falta ver que se cumpla a cabalidad, dado que en los más de once feminicidios que ocurren al día, sólo cinco se integra en un debido proceso, atendiendo todas las formas legales, los demás se contabilizan impunes. Falta también erradicar las malas prácticas de los funcionarios responsables de garantizar la justicia a las víctimas. También falta la pronta resolución en el Senado para que esta iniciativa sea Ley a nivel federal.
La Ley Ingrid, como la Ley Olimpia, que protege a las mujeres de la violencia digital, han sido creada a partir de dos hechos de violencias contra dos mujeres, con la gran diferencia de que Ingrid está muerta y Olimpia se reconoce privilegiada por estar viva. Ambas iniciativas surgieron de colectivas feministas y fueron empujadas por activistas, legisladoras y defensoras de los derechos humanos que están en permanente lucha social por todas las mujeres.