TAMAULIPAS.- En la clase política del sur de Tamaulipas persiste una histórica decepción por no contar desde hace casi cinco décadas con un gobernador oriundo de esta región.
El último fue Manuel A. Ravizé, que gobernó el estado desde 1969 a 1975. Desde entonces, han sido victorenses y fronterizos quienes han ocupado la silla principal del Palacio de Gobierno.
Aunque sobran razones para preguntarse -y quizás para explicar- las causas de este mala racha, lo cierto es que muy probablemente los 50 años sin un gobernador del sur se conviertan en 60 o más.
Es verdad que quizás nunca como en el pasado proceso sucesorio había estado tan cerca la llegada de algún porteño, por lo menos, a alguna de las candidaturas importantes para la competencia que se desarrolla actualmente.
Por Morena, se quedó en el camino Adrián Oseguera y por el PAN, Jesús Nader. Y por eso, muchas miradas están puestas en el papel que puedan desempeñar ambos en la campaña que impulsan sus partidos.
El único dato duro reciente que tenemos a la mano para evaluar el compromiso del alcalde Adrián Oseguera con la causa morenista es el resultado que arrojó la consulta de revocación de mandato en ese municipio.
Y el marcador fue muy positivo: lo que sabemos por los resultados oficiales del INE es que Madero fue, junto a Altamira, la ciudad con mayor porcentaje de participación.
El 6 de junio por la mañana, con los cómputos oficiales de la elección por la gubernatura, sería muy fácil demostrar que lo de la consulta no fue una casualidad, sino una señal del trabajo territorial de Oseguera Kernion.
(En medio de todos los pronósticos de analistas, y los trascendidos que puedan surgir, nadie debería olvidar que esa ciudad tiene una tradición sindicalista que de manera natural comulga con la izquierda, y eso debe tomarlo en cuenta quien busque adivinar los resultados de la votación).
Por el lado del panismo, todos los reflectores apuntan a Chucho Nader, quien empujó hasta el último día sus aspiraciones para ser el candidato de la alianza. Cuando se confirmó que la designación recaería en manos de “Truko” Verástegui, el alcalde porteño mostró disciplina, le levantó la mano y ha asegurado que está comprometido con la defensa del bastión panista por excelencia de Tamaulipas.
Si Madero por su vocación petrolera tiene una identidad sindicalista, Tampico ha sido desde hace algunas décadas la reserva ideológica del panismo. La tarea de “Chucho” es que eso se refleje en las urnas para contribuir a la causa del “Truko”.
Al tampiqueño le toca frenar el avance de Morena en la frontera sur del estado. Igual que en el caso del municipio vecino, más allá de las versiones que puedan brotar en la grilla porteña, con los cómputos en la mano será muy fácil evaluar los resultados de la elección.
A Chucho y Adrián les queda mucha carrera política por delante. Ambos, por ejemplo, tienen la mira puesta en una senaduría. Pues bien, aquí está su primera prueba.