Si bien es verdad que la prolongación de la pandemia y la agresión militar de Rusia contra Ucrania mantienen a la economía internacional, literal, al borde del colapso, lo cierto es que la tardía reacción de no pocos gobiernos ante la creciente presión que sobre los precios de bienes y servicios y el crecimiento de las economías nacionales están causando tales fenómenos es, en el caso de México, una realidad tan dolorosa como incuestionable.
Así, ubicada ahora mismo en niveles (anuales) no vistos desde hace, al menos, dos décadas, la inflación apunta a ubicarse en torno a 6.8%-7.0% al cierre de año, mientras que, merced a la innegable falta de apoyo oportuno al sector privado con miras a enfrentar la crisis y la consecuente baja de la inversión, la anunciada reactivación del crecimiento de la economía simple y sencillamente no aparece por ningún lado, por lo que las previsiones de analistas nacionales y extranjeros que llegaron a prever alzas en el PIB-2022 superiores, incluso a 3.5%, hoy evidencian su pesimismo ubicándolo en torno al 1.0%, tras la abrupta caída de 8.5% en 2020…
Si a ello se agrega el sostenido avance de la desconfianza empresarial hacia el gobierno de la 4T por su innegable radicalización ideológica y el alza de las campañas de odio (promovidas desde Palacio) en contra de opositores por el rechazo de sus iniciativas más extremas, la perspectiva para el país en el corto y mediano plazos no parece ser la mejor como se evidencia en indicadores como los citados o, peor, en los previsibles desencuentros con Estados Unidos y Canadá en el marco del T-MEC o con otros socios comerciales importantes, o en la insuficiente generación de empleos bien remunerados.
Que nadie, entonces, se llame a sorpresa si, como es de esperar a la vista de tales augurios, más temprano que tarde nos toca atestiguar incrementos de precios mucho más elevados a los que hasta la fecha estamos observando o la carencia de un número creciente de productos —“agrícolas y pecuarios buena parte de ellos”— e insumos de la más diversas naturaleza para la planta productiva que, a su vez, se reflejará en una baja de actividad industrial y la falta de bienes diversos…
La situación, pues, no parece sencilla, por lo que urge adoptar medidas para enfrentarla y, eventualmente, dejarla atrás…
ASTERISCOS
*Salvo una sorpresa de última hora, el Inai, de Blanca Lilia Ibarra, deberá esperar hasta septiembre próximo para que el pleno senatorial elija, entre 13 candidatos preseleccionados —7 mujeres y 6 hombres— a quienes suplirán a los excomisionados Óscar Guerra Ford y Rosendoevgueni Monterrey Chepov quienes concluyeron su gestión desde finales de marzo…
* Cuestionable a todas luces el arranque de cinismo extremo que desde la tribuna del Senado protagonizó el impresentable César Cravioto al ofrecer a gobernadores de oposición de estados donde habrá elecciones en junio —Oaxaca, Durango, Tamaulipas, Aguascalientes, Quintana Roo e Hidalgo— embajadas y consulados “si se portan bien”. Así las cosas…
Veámonos el viernes con otro asunto De Naturaleza política.
Por Enrique Aranda