Producido en San Carlos y con una tradición de 140 años, el mezcal tamaulipeco “Sierra Chiquita” se ha posicionado en el gusto de los mexicanos, y su crecimiento sigue de manera sostenida pese a que la pandemia, también representó un “bache” en su crecimiento.
“La marca tiene 50 años, era de los Barreda, Manuel Barreda creó la marca Sierra Chiquita, después los Morales compraron la planta destiladora que está en San Carlos y yo hace 6 años compré la marca y soy el que empezó a cambiar su imagen”, señaló Manuel Villarreal.
El empresario tamaulipeco dijo que desde hace 6 años empezó a impulsarse una evolución de la marca y del producto, por lo que a través de una intensa promoción se empezó a llevar al mezcal Sierra Chiquita a experimentar con nuevos sabores.
“Yo siempre fui mezcalero, tengo familia en San Carlos y siempre me ha gustado el mezcal, y la Familia Morales que son lo que ahora tienen la fábrica destiladora, que es la que nosotros nos surtimos de ahí, tiene 140 años haciendo mezcal, esa unión de la familia Morales con la familia Barreda, y ahora conmigo, pues somos 3 familias que hemos hecho del mezcal algo muy diferente”.
Sobre los cambios en la marca, Manuel Villarreal dijo que regresar a los orígenes fue parte de la estrategia para impulsar y posicionar el mezcal tamaulipeco.
“Cambiamos la botella, porque para mi es la tradicional del Mezcal, una botella panzona, fui a Oaxaca y cuando me traje muchas ideas cambié el concepto y ahorita tenemos 7 marcas pero Sierra Chiquita es punta de lanza de la marca”, afirmó.
Aunque el mezcal es originario de Colima, OaxOaxaca lo adoptó y lo protegió más, lo integró a su gastronomía, sin embargo, Tamaulipas puede presumir que tiene denominación de origen para producir mezcal y el más conocido, incluso a nivel internacional es Sierra Chiquita, que ha visto crecer de manera exponencial si producción y sus ventas, pasando de producir 2 mil litros por mes a los 6 mil por semana.
En la mezcalera trabajan cerca de 50 colaboradores, y con 50 años en el mercado, avanzan en el gusto de los clientes, ello les ha permitido crecer su producción y su capacidad de comercialización.
“El punto importante para el mezcal lo dio el año 2019, en el 2016 vendimos 400 o 500 litros; en el 2017 creció a mil 500; en 2018 subimos a 6 mil ó 7 mil litros, ya cuando yo hacía mis anotaciones de loteo y almacén con registro de todo; en 2019 nos fuimos a 16 mil litros ese fue un salto grande; en 2020 fue una baja, solo 8 mil litros y en 2021 subimos de nuevo a 14 mil ó 15 mil; y en 2022 llevamos una producción de casi 4 mil litros por mes, en producción y en ventas estamos en 2 mil 500 y casi 3 mil litros por mes”.
Para alcanzar esta expansión, Manuel Villarreal dijo que el proyecto se apoyó el ampliar su presencia en nuevos países para que conocieran el producto, mientras que a la par fue creciendo su presencia en México.
“Empecé a trabajar con los blancos curados y empecé a ir a expos, la primera expo fue en Shangai, China, en el 2018, ese mismo año fuimos al Mundial a Rusia con Televisa del Golfo, luego fue una vuelta al Vaticano con el Gobernador del Estado que nos invita a una noche mexicana en el Vaticano, junto con Ángel García del Porvenir, luego fuimos a Barcelona, luego a Japón, fuimos a Nueva York a Miami y a San Antonio”, reveló.
El crecimiento en el país se ha dado principalmente en ciudades turísticas, pero además ha entrado a competir fuerte en estados que también tienen Denominación de Origen de Mezcal.
“En San Miguel de Allende, Guanajuato, por increíble que parezca porque también tiene D.O., se consume mucho Sierra Chiquita, en el sur de Tamaulipas, Tampico, Madero y Altamira se consume mucho mezcal gracias a Dios, estamos con mucha presencia ahí, en Reino y Matamoros también se vende bastante mezcal y no se diga en Victoria, en otros estados San Luis Potosí, Nuevo León, Coahuila, aquí cerquita y también entramos a Querétaro, CdMx, Puebla, en Acapulco Guerrero, y también en Cancún”.
El empresario aseguró que Sierra Chiquita se ha logrado posicionar gracias a su particular sabor, el cual se distingue por factores como el clima y la geografía.
“El mezcal tamaulipeco tiene un lugar especial entre los mezcales, como lo tiene el duranguese, el de San Luis, alguien que entiende de mezcal y que sepa que hay denominación de origen en 14 estados, sabe que lo mezcales van a saber diferente aún cuando sean de la misma planta que se destila, el proceso también es diferente, hay quien usa barro, acero o cobre y sabe diferente”, afirmó.
El mezcal ha tenido la fortuna de que cada vez más gente se abre a probarlo y gusta que el tamaulipeco es menos ahumado, sabe más a la planta, pero su graduación alcohólica es elevada, por lo que el consejo, es tomarlo con calma.
“Con un buen mezcal y con saberlo tomar no te va a dar cruda, saberlo tomar o estar con alguien que lo sabe tomar y te lo irá diciendo, es “a besitos”, es tomar despacio y estarlo tomando con otras cosas por una lado y darle su tiempo, si sabes tomarlo puedes llevarte la noche muy tranquila, el consejo es no mezclarlo con otros alcoholes”.
Por Omar Reyes