TAMAULIPAS.- Agradezco, este espacio que aún me dispensa El Expreso y reconozco los esfuerzos que desde esta casa editora se hacen para re direccionar el periodismo, ahora con el enfoque de género que demanda nuestro tiempo, son pioneros en dar más oportunidad al periodismo feminista que lucha por las causas de las mujeres.
Nunca me fui de los temas que más nos preocupan, en los días en pausa de esta columna, seguí tomando nota de las exigencias más apremiantes de las mujeres, las noticias dan cuenta de que, para las más vulnerables, todo sigue igual. Nadie nunca puede sustraerse a la agenda feminista que sigue pugnando porque se respeten los derechos humanos de las mujeres, no hay lugar por alejado que parezca, a donde no nos alcancen las malas noticias sobre mujeres víctimas de conductas lesivas del sistema social misógino y machista que prevalece.
En la primavera, supuestamente sumergida en una cisterna Debanhy atrajo los reflectores mediáticos, un caso más en que se violentó todo proceso, en la investigación y en su proyección periodística, casi en tiempo real, con juicios sociales erróneos, con sentencias de valor mediático emitidas por una conductora, otra mujer con ceguera de género obedeciendo a intereses mezquinos, económicos y machistas para re victimarzar a la víctima. Una historia de terror más para registrar, una docena cada día.
En los primeros tres meses de este año, la cifra de feminicidios ya superaba los 300 casos y los homicidios dolosos contra mujeres alcanzaron la cifra de los 628 registrados, casi 650 personas al día fueron violentadas en su hogar, y 60 personas al día reportaron una violación sexual, como sabemos la inmensa mayoría de estos últimos delitos van contra mujeres y niñas. En unos días más se conocerá el corte del primer semestre del año, y por el cúmulo de malas noticias de agresiones a mujeres, no se pronostica que la máxima violencia machista haya sido contenida.
Tampoco han bajado los niveles de acoso o agresiones sexuales en nuestro entorno cercano, ahora mismo en Cd. Victoria se conoce de un nuevo caso, de supuesta violación a una menor, del cual la autoridad judicial no ha tomado parte y por tanto no hay investigación para dar con el responsable. Aquí, las escalinatas de palacio de gobierno, son testigo mudo de la impotencia y coraje de quienes quieren justicia y no buscan venganza.
Las colectivas feministas, cada vez suman más voces al debate y la reflexión, para que la comunidad entera se entere y participe de acciones y que las víctimas sean escuchadas y, es más, para que ya no haya más víctimas de violencia, en ninguna de sus acepciones, pero aún falta mucho compromiso comunitario y mucho que hacer en los medios para visibilizar las problemáticas reales, porque con casos escandalosos, llenos de morbo y “amarillistas” se llenan las pantallas, pero no se comprometen con la agenda feminista ni con optimo tratamiento de las noticias, a la vieja escuela, la nota roja es la que vende y en esta, la primera plana se la llevan las mujeres.
Aquí ando de nuevo, para nombrar lo que poco se nombra, para seguir compartiendo apuntes con visión de género, para que nadie nunca olvide que las mujeres como seres humanas seguimos aspirando a la igualdad sustantiva. Esto es lo que la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres define como “el acceso al mismo trato y oportunidades para el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales”. Ni más, ni menos.




