11 diciembre, 2025

11 diciembre, 2025

Detén el odio hacia las mujeres

EN BOCA DE TODOS / GUADALUPE ESCOBEDO CONDE

Por vez primera y porqué la comunidad actual así lo demanda, este sábado 18 de junio la ONU conmemoró la efeméride del Día Internacional para Contrarrestar el Discurso de Odio, en la justificación de la campaña explica que “cualquier tipo de comunicación verbal, escrita o conductual, que ataca o utiliza un lenguaje peyorativo o discriminatorio con referencia a una persona o grupo sobre la base de quienes son, su religión o etnia” es discurso de odio.
Nadie es ajeno a los cambios del lenguaje, a las nuevas formas de comunicación que muchas veces derivan en agresiones verbales, y qué, a través de los medios, y sí, de las benditas redes sociales, vemos como aumenta en todo el mundo un discurso que invita a la violencia, que ataca la unidad comunitaria y socava la tolerancia; los escuchamos todos los días, desde las voces de los líderes políticos, las figuras públicas, los hombres y mujeres del espectáculo, los youtubers, los famosos y los no tan famosos hablan con encono, así también el canto nuevo, que no es de protesta, sino de “encabronamiento” frente a lo que no a gusto y conveniencia propia, individualista.
Y estas expresiones, nos dicen los estudiosos del comportamiento humano, causan graves daños emocionales, psicológicos y hasta físicos, en los individuos y en la sociedad en general.
La ONU dice que “el efecto devastador no es nada nuevo, pero su escala e impacto son mayores que nunca a causa de las nuevas tecnologías, convirtiendo el discurso de odio en uno de los métodos más frecuentes para difundir retóricas e ideologías divisorias a escala global”.
Y aunque en esta ocasión la ONU no la menciona, la misógina es la más alta expresión de odio hacia un ser humano, etimológicamente se traduce del griego como “misos” odio y “gyne” de la mujer, esto es el odio hacia la mujer y se expresa con denigración, discriminación, rechazo y violencia contra ellas.
Todo comentario, broma o mensaje de odio tiene consecuencias, por ello hasta “las palabras pueden convertirse en armas” y para contrarrestar este flagelo, se nos recomienda fomentar un pensamiento crítico, verificar datos antes de compartirlos, hacer que nuestras redes sociales sean zonas libres de odio, mejor compartir mensajes de tolerancia, y tomar medidas para un debate público sano, que no afecte a nadie y sobre todo apoyar a las personas que son blanco del discurso de odio, como muchas de las veces son las mujeres.
Las mujeres son receptoras de mensajes de odio, no solo en las redes sociales si no en su vida diaria; desde niñas son discriminadas por estereotipos de género arraigados en la familia, en su educación también enfrentan desigualdades a consecuencia del acoso escolar; y en el ejercicio laboral y profesional son objeto de múltiples violencias reflejo del odio hacia ellas, la misoginia en su máxima expresión es el odio hacia la mujer.
La efeméride llama a la reflexión comunal, a replantearnos la interacción entre personas, que el respeto sea normalizado y no la agresión, qué cómo se nos dijo que, después de una pandemia seriamos una mejor humanidad, lo demostremos parando todo “hate” en redes y odio en la vida real, que se ejerce contra las mujeres. Di no al odio, no a la misógina.

Por Guadalupe Escobedo Conde

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