Dos hechos distintos en la política internacional renuevan la esperanza de que el mundo avanza y lo empujan las mujeres; guardando las proporciones de la magnitud de los mensajes, desde Colombia, Francia Márquez anima a “vivir sabroso y en paz” y es pieza fundamental para el triunfo de Gustavo Petro. El otro dato, es domestico aquí el presidente que comanda el primer gabinete paritario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, augura que, en breve tiempo, a su salida, dejara la cancha libre para que se sumen los mejores participantes, “va a ver relevo generacional, y no se preocupen porque los que vienen a sustituirnos pueden ser mujeres, hombres hasta mejores” que él.
De pronto y al leer el dicho del presidente confundí el texto y atiné a celebrar “serán mujeres”, pero no había dicho “mejores”, como sea incluyó a las mujeres que, gracias a la paridad política impulsada desde el activismo feminista, tienen más oportunidades de llegar a puestos de elección popular y cargos de administración pública.
En la nota internacional, la activista, defensora de los derechos humanos y del medio ambiente, y desplazada de su tierra, fue electa este domingo como la primera mujer afro vice presidenta de Colombia, Francia Márquez es la segunda mujer en asumir ese cargo de forma consecutiva, tiene en su haber reconocimientos internacionales por su lucha social y en 2019, la BBC la registra en su lista de las cien mujeres más influyentes del mundo.
Hoy su biografía es más vista que nunca, su historia de vida se comparte en redes y medios como inspiración para muchas; se habla de su orgullo de ser madre joven y sola, de sus estudios tardíos debido a la precariedad familiar, es abogada, lideresa social y feminista, su activismo social lo inicio a los quince años y en su discurso siempre se dirige a las mujeres, a los olvidados, a los más vulnerables, “las y los nadies” dice ella, y su compromiso es parar las violencia contra las mujeres y frenar toda forma de violencia que, por años a oprimido a los colombianos, tiene claro su retos frente al clasismo, racismo y machismo.
Llega pisando fuerte, contenta, conciliadora y con visión de género y de futuro promisorio, adelanta sus anhelos de ser la próxima presidenta de su nación.
El ascenso de las mujeres, garantizan una política feminista que es de gran impacto para toda la sociedad, las “ancestras” lo han demostrado y las actuales lo ratifican, a nivel global los países que son comandados por mujeres alcanzan más pronto el progreso, son más inclusivos, humanistas, sensibles y registran menos corrupción.
Por Guadalupe Escobedo Conde