TAMPICO, TAMAULIPAS.- En 1937 comenzó a escribirse la historia de la refresquería “El Globito” de la zona centro de Tampico.
Un pequeño local de maderas y techo de láminas se transformó con el paso de los años en un lugar icónico para la ciudad porteña.
Un joven, su esposa y un pequeño en brazos, llegaron al Puerto de Tampico en busca de cumplir un sueño, atraídos por la fama del oro negro y la riqueza prometida , que entonces ‘endulzaba el oído” alrededor del país.
Esteban Estrada Marco, es el nieto del fundador y creador del concepto único en la región costera de Tamaulipas, durante el siglo pasado de vender preparados a base de frutas naturales con hielo y su receta secreta.
“Jesús Estrada Trujillo es el fundador y es el que forjó durante muchos años el negocio, como lo conocemos. Fue mi abuelo el que se sabía todos los secretos para preparar los refrescos de frutas. Nos cuentan que su sabor a la fecha es inigualable. “.
El hombre, proveniente de Atotonilco, Jalisco, se instaló en la zona centro de la ciudad, en la vecindad de la familia Nader.
Antes de 1937, tenía un pequeño estanquillo que atendía durante el día, en un rincón de la plaza de Armas.
Ahí, relatan que deleitaba a los acalorados paseantes con sus preparados únicos de refrescos.
La característica: la preparación artesanal de cada bebida, en las que se empleaba un mortero de madera para machacar la fruta, azúcar, hielo frapé y los aditamentos no revelados , que le daban ese sabor único.
El pequeño negocio, sostuvo a la familia durante varios años, antes de que una situación inesperada, le diera un cambio.
Estrada Marco, platica que un comerciante de origen español, tenía a su cargo un negocio llamado “El Juguete”, en la esquina de Francisco I. Madero y Olmos.
Cuando estalla la Guerra Civil Española decide acudir al llamado y abandona el negocio.
La amistad que tenía con Don Jesús, le permite establecer un acuerdo por el establecimiento.
A partir de ese momento, el negocio pasa a ser propiedad de la familia Estrada.
El hombre recuerda que sobre la calle Carranza, se encontraba una pastelería que tenía por nombre “El Globo”, a lo que él decide llamarle a su negocio “El Globito”, bajo circunstancias que no precisó.
En 1937, se edifica y se inaugura el edificio que hasta la fecha, mantiene su estructura original “Art Deco”.
Don Jesús y su esposa administran el espacio y mantienen como premisa la preparación de todos sus platillos y bebidas con productos adquiridos diariamente en los mercados de la ciudad y con proveedores locales.
En 1955, el Huracán “Hilda” azota la región costera y causa daños incuantificables a la fecha, El centro de la ciudad no es la excepción y el edificio es golpeado por la caída de dos enormes árboles.
Don Jesús, recuerdan las crónicas de la ciudad, tras realizar la limpieza, decide abrir el negocio y ofrecer en la medida de la posible bebida y comida a las personas que participan en el rescate de los habitantes de la zona afectados por el fenómeno.
LAS ESPECIALIDADES CULINARIAS DE “EL GLOBITO”
Desde antes de su instalación en donde se le conoce, la refresquería se caracteriza por ofrecer bebidas preparadas de forma artesanal, sin embargo al lugar se atribuye la introducción de la Torta de Ternera, en una “margarita”.
El platillo, coincide la familia Estrada, es más antiguo en su elaboración y venta, que la misma torta de la barda.
Las tortas de ternera se preparan con chile chipotle que no se encuentran en ningún otro lado.
VISITADO POR TAMPIQUEÑOS Y TURISTAS
El famoso sitio fue testigo de reuniones de todos los alcaldes de la ciudad, de los gobernadores y de celebridades de talla internacional.
Los integrantes de la Sonora Santanera, al terminar su función acudían a cenar durante la madrugada.
Rigo Tovar, Mike Laure, Los Dandys, los Panchos, los mejores cantantes y grupos de cada época, tenían la visita obligada al centro de la ciudad para comer después de sus presentaciones.
No se diga de los luchadores, como El Santo, Blue Demon, Rayo de Jalisco, El Cavernario, entre muchísimos estelares del arte del pancracio.
Por José Luis Rodríguez Castro
Expreso-La Razón