¿Antojo de un caldito de pollo tlalpeño? Quizá el paso número uno antes de comenzar a preparar uno de los muchos platillos que se elaboran con aves es primero lavar las piezas que llegan del supermercado o tu pollería de confianza; sin embargo, este hábito puede ser un riesgo para la salud.
Aunque el pollo es uno de los ingredientes más usados en las cocinas por su costo accesible, su sabor y su versatilidad, también se debe manejar con mucho cuidado en su estado crudo para evitar padecimientos como la salmonelosis.
¿Por qué es peligroso lavar el pollo?
El Centro para la Prevención de Enfermedades (CDC) destaca que el pollo crudo está contaminado con bacterias Campylobacter y algunas veces con bacterias Salmonella y Clostridium perfringens.
Dicha instancia señala que lavar alimentos como los huevos, o la carne, el pollo o el pavo crudos es uno los errores peligrosos para la seguridad de los alimentos, ya que “puede pasar microbios al fregadero y otras superficies de la cocina. Esos microbios pueden pasar a otros alimentos, como las ensaladas o la fruta, y hacer que usted se enferme”.
En esta manera, estás en riesgo de producir una contaminación cruzada a lo que sucede cuando los microbios, bacterias, virus u otras sustancias ajenas se transfieren de un alimento a otro, lo cual es común cuando, por ejemplo, picas carne de pollo en la misma tabla de una ensalada, la cual no pasará por un proceso de cocción.
La CDC afirma que una enfermedad transmitida por los alimentos (intoxicación alimentaria) puede suceder si comes alimentos o bebidas contaminados por pollo crudo o sus jugos.
La Agencia de Normas Alimentarias de Inglaterra también ha alertado que lavar el pollo simplemente hace que tu cocina sea hogar de la bacteria campylobacter, la cual puede provocar enfermedades gastrointestinales.
Incluso la empresa Bachoco dice que no debe lavarse: “podría generar que las bacterias que se encuentran en la carne se puedan propagar a otros utensilios o superficies de la cocina, incluso si están cerca alimentos listos para comerse, podrían verse afectados y contaminarse”.
¿Cómo limpiar el pollo sin contaminar?
El método más seguro es la cocción, el simple proceso de exponer al pollo crudo a altas temperaturas para destruir los microorganismos dañinos.
De acuerdo instancias como la CDC y Bachoco, lo recomendable para eliminar las bacterias en la carne cruda es cocinar el pollo a una temperatura de 74°C, solo así es seguro de ingerir.
También puedes seguir estas recomendaciones al manipularlo:
Verifica la caducidad del producto
Refrigera adecuadamente.
Mantén alejado el pollo crudo del resto de los alimentos en tu carrito, bolsa de compra o refrigerador para evitar que sus jugos los contaminen.
Lava tus manos con jabón antes y después de manipular la carne.
Usa una tabla de cortar especial para la carne cruda.
Lava adecuadamente con agua jabonosa caliente los recipientes donde colocaste dicha carne.
CON INFORMACIÓN DE EL FINANCIERO