La NASA identificó trece regiones candidatas para el próximo alunizaje humano con el programa Artemis, que hacia mitad de esta década prevé llevar una tripulación al satélite terrestre al cabo de más de medio siglo y, además, quiere aterrizar en el misterioso polo sur lunar.
Según informó este viernes la agencia espacial estadounidense, las trece regiones identificadas para el aterrizaje de la misión Artemis III, que transportará a la primera mujer y a la primera persona afroamericana para que pisen la Luna, contiene cada una “múltiples lugares potenciales de alunizaje” y se hallan a menos de seis grados del polo sur lunar.
“Cada región mide aproximadamente 15 por 15 kilómetros”, señaló en un comunicado la NASA, que agregó que las zonas candidatas de aterrizaje ofrecen opciones para todas las potenciales oportunidades de lanzamiento de la Artemis III, que posiblemente despegue en 2025.
Además de esa flexibilidad respecto a las posibles ventanas de lanzamiento, los científicos seleccionaron estas regiones porque permitirán un aterrizaje seguro, tras tomar en cuenta “criterios como la pendiente del terreno, la facilidad de comunicación con la Tierra y las condiciones de iluminación”, según precisó la NASA.
ZONAS OSCURAS E INEXPLORADAS
“Será diferente a cualquier misión anterior, ya que los astronautas se aventurarán en zonas oscuras previamente inexploradas por los humanos y sentarán las bases para futuras estancias de larga duración”, dijo Mark Kirasich, administrador adjunto de la División de Desarrollo de la Campaña Artemis de la NASA.
Todas las regiones consideradas son “científicamente significativas” por su proximidad al polo sur lunar, donde hay zonas situadas en “sombra permanente que son ricas en recursos”, ahondó la agencia espacial estadounidense.
Tal como precisó Sarah Noble, de la División de Ciencia Planetaria de la NASA y jefa de ciencia lunar del programa Artemis, muchos de los sitios contemplados para el alunizaje se encuentran en “algunas de las partes más antiguas de la Luna”, las cuales brindan acceso a materiales “no estudiados previamente”.
Cualquiera de estas trece regiones se hallan cerca de zonas en donde la tripulación podrá hacer una caminata lunar con “perturbaciones limitadas”, lo que permitirá a la tripulación recoger muestras y realizar análisis científicos en una zona sin obstáculos.
Se obtendrá así, por ejemplo, “información importante sobre la profundidad, distribución y composición del hielo de agua que se confirmó en el polo sur de la Luna”, ahondó la NASA.
“El hielo de agua lunar es valioso desde el punto de vista científico y también como recurso, porque de él podemos extraer oxígeno e hidrógeno para los sistemas de soporte vital y para combustible”, dijo Jacob Bleacher, científico jefe de exploración de la NASA, en alusión a futuras bases lunares.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO