TAMAULIPAS.- La situación de pobreza que se vive en el mundo, la inestabilidad económica, las condiciones precarias en el empleo, la falta de recursos de los gobiernos, los cambios climáticos, entre otros grandes retos que se afrontan a nivel internacional demanda el diseño y la implementación de nuevos modelos económicos que permitan crear mejores condiciones de vida.
El modelo que predomina en el mundo representó una alternativa viable en los sesenta y hasta antes de la crisis financiera internacional de 2009; a partir de 2009, la economía internacional ha estado sometida a un escenario constante de inestabilidad, caracterizada por un bajo crecimiento económico y aumento del desempleo.
La pandemia vino a mostrar la vulnerabilidad de los sistemas productivos en el mundo. El cierre de las fronteras y el paro de la producción en actividades no esenciales condicionaron el comportamiento de las cadenas productivas globales, generando escasez y el encarecimiento de los bienes que producen. Sin duda, la globalización fue la base del desarrollo del modelo neoliberal, se aprovechó la mano de obra barata en las zonas menos competitivas del mundo, pero también la posibilidad de apropiarse de los recursos naturales y el deterioro ambiental de las economías menos desarrolladas.
China es una de las economías que supo obtener beneficios de las ventajas de tener mano de obra barata, el negociar la patentes de las innovaciones tecnológicas fue un gran acierto que hoy se ve capitalizado en los mercados mundiales, convirtiéndose en un verdadero riesgo para las economías de norteamérica y la europea.
Sin embargo, el empoderamiento de la economía China no representa la esperanza de un modelo nuevo de crecimiento para el mundo, más bien representa la esencia magnificada del modelo neoliberal, un modelo fuertemente basado en la eficiencia económica, en términos simples, enfocado fundamentalmente en la reducción de los costos de producción y al aumento de las desigualdades económicas.
Ante la ausencia de un modelo equilibrador entre la eficiencia y la equidad económica, es necesario que cada región en el mundo retome las riendas de su economía y genere estrategias propias a sus atributos locales y regionales.
Esto implica una identificación de los sectores claves y sus respectivas ramificaciones, con el objetivo de diseñar estrategias que detonen puntualmente aquellos que generen una mayor derrama económica. La visión económica en esta nueva dinámica debe estar centrada en dos principios fundamentales: la producción debe enfocarse en las preferencias de los individuos; y la competencia debe fundamentarse en la diferenciación de los productos que se elaboran.
El objetivo fundamental de los nuevos modelos económicos deberían centrarse en el equilibrio entre la eficiencia y la equidad económica, que garantice el bienestar de la población. Usted ¿qué piensa?
