CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Luego de dos años y medio del asesinato del ingeniero Juan Daniel Ortíz Martínez en Río Bravo, dos de los policías acusados de este homicidio fueron sentenciados a 50 años de prisión.

Un Tribunal Unitario de Enjuiciamiento emitió la sentencia para Adán Wilfredo “M” y Oscar Alberto “O”, quienes en ese momento se despeñaban como policías estatales y fueron acusados del delito de homicidio calificado.
Los acusados, además deberán cubrir el pago de 325 mil 445 pesos por concepto de reparación de daño, recibir amonestación pública y la suspensión de sus derechos civiles y políticos durante su confinamiento.
Fue el 7 de febrero del 2020, cuando Juan Daniel, entonces de 23 años, salió de su casa a una tienda cercana a comprar cerveza para un convivio, sin embargo, elementos de la Policía Estatal, dispararon en contra de la camioneta blanca Ford Silverado que conducía el joven.
Al escuchar los primeros disparos, Juan Daniel salió de la unidad y se puso de rodillas, suplicando que no le dispararan. Todo eso lo escuchó su madre al otro lado de la línea telefónica, quien le había llamado pues ya habían escuchado disparos.
Su padre, presintiendo lo peor, corrió buscando a su hijo y llegó hasta donde vio la camioneta y a su hijo, por lo que gritó a los policías que no dispararan a su hijo pues se trataba de un inocente, lo que fue ignorado por los efectivos, quienes lo amenazaron de dispararle también en caso de acercarse.
El caso se hizo público, pues una persona grabó con su celular y difundió en redes sociales; la familia inició protestas, pues de manera oficial se había informado que todo se había tratado de un ataque a los efectivos policiales y una persecución, donde el conductor de la camioneta había perdido el control.
La Fiscalía del Estado integró la carpeta de investigación (139/2020) y la Dirección de Asuntos Internos también inició sus propias investigaciones, por lo que los elementos que participaron en ese hecho fueron separados del cargo y para el 12 de febrero, cuando el Juez había otorgado las órdenes de aprehensión, los elementos ya habían huido.
Los informes del caso fueron contundentes: hubo un uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades. La camioneta recibió 242 impactos de bala y Juan Daniel murió por las heridas recibidas en cráneo, torax y abdomen.
Incluso, aunque el comunicado oficial señalaba que a la persona se le había asegurado un arma, las pruebas de criminalística demostraron que el joven no había disparado, por lo que se demostró que el arma le había sido “sembrada”.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una recomendación (29/2020) al Gobierno de Tamaulipas por las violaciones a los derechos humanos, a la vida y a la seguridad jurídica de Juan Daniel.
En julio de este año, el Coordinador General de Operaciones de la Policía Estatal, José Rafael Rivas Valdez, a nombre del Gobierno de Tamaulipas, ofreció disculpas públicas a la familia de Juan Daniel, como parte del cumplimiento realizado a la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Por Perla Reséndez
Expreso-La Razón




