El día de hoy Banco de México ha publicado su decisión de política monetaria y es extremadamente probable que su decisión haya sido un alza en la tasa de interés, lo cual significa un aumento de 75pb, de este modo la tasa de interés se ubicaría en 9.25 por ciento. Y esto se debe a que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), la semana pasada, elevó nuevamente su tasa de referencia. Adicional, es común que los bancos centrales opten por utilizar los niveles de tasa de interés para buscar combatir la inflación, como se ha visto en la decisión de política monetaria de muchos bancos centrales alrededor del mundo.
Es así que esta situación ha provocado que las expectativas de mayores tasas de interés sean evidentes, incluso se esperaría que las tasas se ubiquen en 10 a 11 por ciento. Esto se debe que es muy probable que Banxico siga a la FED en sus decisiones de política monetaria; y sus pronósticos apuntan a que seguirán manteniendo una postura hawkish, tal cómo la tomará el Banco Central mexicano. Y todo esto es con el fin de mantener ancladas las expectativas de inflación, que no es otra cosa que mandar una señal a los mercados diciendo que en el país los niveles de inflación irán a la baja
Ahora bien, ver tasas de interés de doble digito era algo que no se veía desde hace dos décadas, y las nuevas generaciones no nos hemos enfrentado a un fenómeno de esta índole. Lo primero que se debe tener en mente es que una tasa de interés de doble digito afectaría los canales de crédito y el mercado financiero.
Como ya se ha notado, el sector financiero lleva a cabo ajustes masivos en el costo de del crédito, que va de tarjetas de crédito hasta préstamos hipotecarios, empresariales, personales, etc. Por ejemplo, recordando hace un año la tasa de interés era de 4.5 por ciento, así que supongamos el uso de una tarjeta de crédito que cobra 42 por ciento como tasa promedio, eso significa que la intermediación financiera costaba 37.5 por ciento. Pero en un escenario de una tasa de interés de 10 por ciento, el costo de la intermediación será mucho mayor, ya que el riesgo financiero de las instituciones bancarias será mucho mayor, esto significa que el mismo producto podría costar más de 80 por ciento. Con este ejemplo, es posible entender que ahora pedir un préstamo no sería una buena opción y mucho menos si dicho préstamo es de renta variable, porque esto significa que si las tasas siguen aumentando también lo hará la deuda que se ha contraído.
Con esta rápida explicación nuestra mente ha empezado a imaginar los posibles escenarios que un entorno con tasa de interés tan altas puede afectarnos. Y de esta forma es posible comprender que un entorno como el que se está planteando y que se prevé, evidentemente afectará nuestra percepción sobre los precios y por ende nuestra disposición de pago y preferencias.
No obstante, no todo puede ser un escenario gris, así que para tratar de brindar estabilidad a tus finanzas familiares una buena opción es invertir en instrumentos de renta fija, como los bonos de corto plazo, porque esta decisión podrá permitirte proteger tu dinero de estos cambios. En ese sentido si se decide invertir en instrumentos de renta variable hay que identificar las necesidades y riesgo para este tipo de inversiones, ya que es muy posible que el mercado financiero se vuelva muy volátil.
Finalmente, es importante recordar que toda la información es de corto plazo, pero es muy probable que para 2023 se viva con tasas de interés altas y es poco probable que se regrese a niveles pre pandemia, ya que los niveles de inflación y las tasas de interés se han ubicado en nuevos niveles de expectativas.
Por Angélica González López