TAMPICO, TAMAULIPAS.- Sin pensarlo ni programarlo, hace un año surgió la idea de ayudar con una prótesis a las personas, que por accidente o nacimiento no tienen alguna mano o brazo y les han cambiado la vida.
Se han constituido como “Manitas para todos” su fundador es el tampiqueño, Javier Aurelio Montiel, quien ahora sueña con ayudar a la mayor cantidad posible de personas.
El taller primero de decoración, surgió de su negocio personal a ser, prácticamente, una fábrica donde se cumple el sueño, a niños y adultos, de tener su extremidad, al hacer uso de estas prótesis.
“Todo empezó, por pura casualidad, al tener equipos de impresión 3D, para hacer decoraciones, a raíz de eso, mi esposa y yo, conocimos a una persona que no tenía un brazo., mi esposa me comentó que si no podía hacerle una mano con mis máquinas, lo intenté y la pude hacer”, mencionó.
A partir de este momento han estado dedicados a trabajar, día y noche, por ayudar a las personas que se encuentran en esta situación.
Han logrado repartir 25 manitas, no sólo a los habitantes de la zona conurbada, que se lo han solicitado, sino también a personas que han venido de otras partes del país.
Se trata de brazos o manos (prótesis) que son funcionales y pueden ayudar a las personas a realizar movimientos sencillos.
“Cada una de las manos son regaladas, no se les pide ningún tipo de cooperación, son regaladas, el usuario tiene que venir por ellas, y hasta se las he enviado por paquetería a la ciudad de México” explicó.
Tienen cuatro modelos diferentes, cada uno apoya en discapacidades específicas, desde un brazo completo (agarrándose) de una parte del tronco de la extremidad, otras sólo son manos, una tercera cuando perdieron totalmente su brazo.
Han estado innovando en cada uno de los modelos que han realizado, innovando en este sentido con el uso de sensores para que puedan estar integrándose de manera normal a sus vidas cotidianas.
Este taller está integrado por tres máquinas impresoras en tercera dimensión, donde pueden tardar de tres días hasta una semana, para tener lista una prótesis, donde su ingrediente principal, son muchas ganas de querer ayudar a estas personas.
Y literal, cualquier persona que tiene un problema, como éste, puede acudir con ellos, para que en cuestión de unas semanas puedan tener su prótesis. No se les realiza ningún estudio socioeconómico ni hay requisitos.
“Nosotros vamos a estar ayudando a ls personas que sea necesario, sólo tienen que venir, no importa que sea de otra ciudad, o de otro estado” señaló.
No cuentan con recursos económicos suficientes para contratar personal de base, por lo que su equipo técnico está integrado por jóvenes del servicio social y personas que participan voluntariamente, además pretenden ocupar a jóvenes con capacidades especiales que puedan trabajar.
Se les puede contactar a través de su página de Facebook al poner el nombre de la fundación para cualquier ayuda que se pueda realizar por parte de la sociedad o las empresas de la zona.
Por Mario Prieto
Expreso-La Razón