TAMAULIPAS.- La presencia de AMLO e importantes funcionarios de su gabinete en Tamaulipas significa no solo apoyo material sino personal hacia Américo Villarreal Anaya. Lo primero no merece amplia explicación pues sabido es la urgencia de obras de infraestructura que requieren ciudades como Victoria, donde existen serios problemas por falta de agua y de otros servicios que la colocan entre las menos favorecidas cuando por muchos años fue calificada como ideal para habitarse sin preocupación, al grado de que en los años sesenta fue repoblada por miles de familias provenientes de diversas partes que con todo derecho procuraban mejor calidad de vida. Eso ya pasó, ahora la esperanza suple la nostalgia deseando que “la flor más bella del estado” recobre su antiguo brillo y dignidad.
En este sentido no es ocioso recordar que los últimos gobernantes que atendieron la problemática capitalina fueron Enrique Cárdenas y Américo Villarreal Guerra. Desde entonces el deterioro fue paulatino hasta convertirse en una tragedia. Por otra parte, ni como negar que regiones rurales marginadas históricamente siguen en la misma situación, y no se diga de los millones que saturan las periferias de los grandes centros urbanos que abandonados perdieron toda confianza en las autoridades.
En cuanto al respaldo personal de AMLO a Américo llega justo cuando parte de la administración anterior parece inamovible, tanto que podrían constituir un obstáculo para el régimen que inicia con sobrados planes de desarrollo y justicia social. En este caso AVA está en el compromiso de rescatar organismos e instituciones que de ninguna manera debieran convertirse en refugio de intereses ajenos a la comunidad. Mucho se dice de acuerdos legislativos “etiquetados” bajo el objetivo de aprisionar y condicionar al nuevo gobierno, así como de la permanencia de funcionarios heredados al parecer con el mismo propósito. Tal rescate debe ser un trabajo fino procurando la menor confrontación porque usted estará de acuerdo, en que de pleitos políticos estamos hasta la progenitora.
El asunto es que la visita presidencial sin duda fortalecerá a Américo, animándolo para enfrentar lo que deba en el afán de superar la crisis que padece el estado que aceptemos, no será en el corto plazo porque primero habrá que poner orden administrativo, incluso entre algunos titulares de dependencias recién nombrados que confunden el cambio con autoritarismo, indisciplina y algo más no lejano a la intención de aprovechar el cargo para fines reñidos con la austeridad y honorabilidad juarista. Que los hay no hay duda, es cosa de revisar sus antecedentes al servicio de gobiernos panistas y priistas. Lo triste es que estos “colados” ahora mismo son mayoría. Claro, no podemos ser ingenuos e ignorar que una de las debilidades de la condición humana es la ambición y la manifestación exagerada del poder. Aquí es donde aparecen los (las) favorecidos(as) con sus nombramientos “de última generación”.
Pero bueno, lo que importa son los resultados de lo señalado al principio de la columneja. ¿Hasta dónde el supremo gobierno estará dispuesto a apoyar a Tamaulipas?. Suponemos que en este aspecto AMLO intentará que sea al máximo. Y por su parte la paisanada espera que no quede en discurso y que efectivamente las promesas se cumplan con el rigor institucional correspondiente. Ojo que la república está inmersa en un laberinto de pasiones que incluye la lucha por la candidatura presidencial. Que esto no distraiga la atención hacia nuestro estado. Así sea.
PASARELA TRICOLOR
Mientras tanto en el PRI inició el desfile de aspirantes a suplir a AMLO. Por ahí estuvo Beatriz Paredes hablando de “la democracia tradicional” en su partido. Ponderó desde luego la historia tricolor prometiendo “que volvería a ser lo que fue”, palabras más o menos dijo al presumir la creación de instituciones muchas de ellas, ahora lo sabemos, más perjudiciales que benéficas.
Beatriz “ignora” que “el dedazo” produjo corrupción, saqueo y traición con cargo al patrimonio nacional. ¿Cómo cree que la mayoría ciudadana confiará en el PRI después de toda la inmoralidad hecha pública por el gobierno de la 4T?. ¿Y qué tal su alianza con la reacción derechista representada por el PAN?. Se requiere no tener vergüenza ni memoria para suponer que los campesinos olvidaron que, como dirigente agraria, fue cómplice en la privatización del ejido siendo utilizada por Salinas de Gortari para tan perverso objetivo.
Que alguien diga a Beatriz que por servir a la minoría neoliberal el PRI ha sido derrotado en casi todo el país y pronto seguramente ni rastros quedarán del partido más antidemocrático y desleal con quienes alguna vez le entregaron su confianza.
Parece que esta tlaxcalteca habla desde ultratumba considerando que los priistas son una especie en extinción que para seguir vigentes son capaces de colgarse de un clavo ardiendo. Así lo hicieron al convertirse en socios del PAN y PRD. Y ni modo que sea invento.
SUCEDE QUE
Pareciera que la UAT es una de las prioridades de Américo. Las constantes entrevistas entre gobernador y rector así lo indican. Al respecto dícese que por enero habrá buenas noticias para la casa de estudios.
Y hasta la próxima