La marcha de los partidos de oposición, PRI, PAN y PRD, así como empresarios, académicos e intelectuales, que, bajo el lema, “el INE no se toca” realizaron el pasado 13 de noviembre en 36 ciudades, fue un señuelo, el gobierno del presidente Peña Nieto lo renovó a través de la reforma electoral de 2014 y los que ahora se oponen a la del presidente López Obrador le aplaudieron el día de su promulgación.
Los propios consejeros y magistrados electorales, empezando por Lorenzo Córdova, igual que los dirigentes partidistas entre ellos Ricardo Anaya y Gustavo A. Madero, representantes empresariales y analistas políticos e investigadores aprobaron en aquella ocasión las modificaciones legales aplicadas por el gobierno al árbitro electoral, como la reelección consecutiva de los legisladores hasta por doce años.
Sin embargo, esos mismos jerarcas partidistas, intelectuales y académicos que ahora se oponen a que el INE sea reformado, en el 2017 reprobaban al instituto, lo consideraban, incluso, un peligro para México, exigían la renuncia de Córdova y
la renovación completa del órgano porque, aseguraban entonces, estaba al servicio de intereses externos, realizaba malos manejos y avalaba fraudes electorales.
Sergio Aguayo Quezada, profesor e investigador del Colegio de México, declaró aquel año:
“Estamos ante una institución que perdimos hace años…en el 2003 para ser más precisos, porque el INE ahora es una institución secuestrada por los partidos políticos y las autoridades electorales “, y en sentido similar se pronunciaba la académica, politóloga y escritora Denisse Eugenia Dresser, que ahora defiende al INE con vehemencia, consideraba antes al órgano parcial y falto de equidad.
“La ciudadanía mira al órgano electoral y no ve imparcialidad, autonomía, capacidad, expresaba en un artículo difundido por el periódico Reforma, en el que colabora, para asegurar la equidad y la limpieza electoral, al contrario, hoy el INE politizado y partidizado contribuye a acentuar la desconfianza”.
¿Cuál o cuáles serán las razones por las que cambiaron tan radicalmente de parecer y ahora ven al INE como un ejemplo de democracia? ¿Sera acaso porque el presidente López Obrador los exhibió públicamente como defensores de intereses ajenos o será cuestión de pesos y centavos? No lo sabemos.
En temas locales, por otra parte, la solicitud de licencia al cargo de alcalde de Matamoros de Mario López Hernández para disputar la candidatura de Morena a senador que dejó vacante el extinto Faustino López Vargas ha cambiado el escenario electoral.
Y es que, cuando todo indicaba que el ex alcalde de Nuevo Laredo, Carlos Cantúrosas Villarreal, se perfilaba como favorito para ganar el proceso interno y parecía el ideal para defender la bandera política de la 4T, habida cuenta de que el jefe edilicio fue pieza clave en el triunfo de Américo Villarreal el pasado 5 de junio, ahora ya no lo es.
Hablando de otras cosas, a diferencia de los alcaldes panistas de Tampico, Diego Alonso Hinojosa y Arturo Elizondo, que se mantuvieron al margen de la celebración de la gesta revolucionaria, el alcalde Chucho Nader, presidió el domingo el desfile conmemorativo del 112 aniversario del inicio del movimiento armado de 1910.
Y no solo eso, en el mensaje que dirigió a la población con ese motivo el titular del ayuntamiento destacó además que “los ideales de la Revolución deben de permanecer para no regresar a las condiciones por las que lucharon y nuestra tierra siga siendo ejemplo de libertad”.
POR JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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