Tamaulipas pareciera más vulnerable que nunca arrastrando una problemática agravada a través de varios sexenios los cuales transcurrieron casi inadvertidos para la población. En este sentido varias son las generaciones que sufren las consecuencias de la irresponsabilidad de quienes con singular alegría disfrutan los haberes que les obsequió el poder. Han sido muchos años de sacrificio y escaso beneficio mayoritario. Cierto es que las ciudades crecen por su propia inercia, aunque en un ambiente lastimoso de promiscuidad y abandono con visible ausencia de servicios que remarcan la regresión y el subdesarrollo.
No hay dineros que alcancen porque de acuerdo con las evidencias, no fueron aplicados con rigurosa prioridad. Habrá que agregar ausencia de claridad y probidad. Los aparatos gubernamentales prefirieron utilizar el dinero público para colmar egocentrismos propios de rancias monarquías. Para los políticos fue mejor estrenar lujosos vehículos, adjudicarse fabulosos sueldos, prestaciones y compensaciones, utilizar telefonía última generación, viajar bajo cualquier pretexto, rodearse de ayudantes y “guaruras” y obsequiarse diversos y caros gustos con cargo al erario y de paso discriminar y humillar a los empleados a su disposición, los más modestos a los que sin bien les va, han de jubilarse en las mismas condiciones de pobreza al padecer dirigencias sometidas por las circunstancias y estilos de gobernar.
Después de cada sexenio hay nuevos ricos que dejaron atrás la mejor experiencia de su vida cargada de influencia, ambición y desprecio por los asuntos públicos, mismos que ni siquiera perdieron su prestigio social. Se les conoce bien y en secreto se les menciona y señala como parte de la negra historia de esta entidad acosada por la mala suerte, cercana a los gringos con todo lo que esto significa, pero alejada de la mano de Dios y tal vez también de AMLO.
Un estado con vastos recursos naturales, de praderas amplias para el desarrollo ganadero, envidiables campos agrícolas, playas, puertos, frontera de permanente tránsito comercial y mucho más, que sin embargo ha sido víctima de partidos y políticos que ante el suculento pastel olvidaron las promesas de mejoramiento social para entregarse al desenfrenado goce de sus ambiciones.
Es una realidad que duele porque está de por medio la existencia digna de millones que deambulan persiguiendo una esperanza que se esfuma sin remedio cada cambio de gobierno. Se les regateó el derecho a la vida a pesar de ser quienes pagando impuestos y toda clase de servicios oficiales, sostuvieron el resplandor de una burocracia integrada por personajes obnubilados por la frivolidad y el descaro que en algunos casos superó los excesos de la Edad Media. Y ni modo que sea invento.
La administración encabezada por Américo Villarreal Anaya enfrenta una crisis heredada que con valor denuncia y en casos concretos les pone nombres y apellidos, en actitud correspondiente a la confianza que la mayoría le guarda. Quizá no sea suficiente, pero merece el respeto y apoyo para dar el siguiente paso. Se trata de rescatar a Tamaulipas en tiempos donde no es válido retroceder. El gobernador cuenta con la fuerza moral que lo empuja aun contra olvidos de la federación que ahora mismo le falló en lo más esencial, es decir, en el adelanto de participaciones solicitadas en respuesta al compromiso presidencial de “respaldo absoluto e inmediato”, lo cual todos sabemos, no sucede por la mezquindad de Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda cuyas preferencias no están precisamente enfocadas hacia nuestro estado. AVA no es responsable de la situación, pero bueno sería recordar a AMLO que sus instrucciones no son atendidas por funcionarios que creen habitar en el castillo de la pureza.
SNTE, LO IRREVERSIBLE
De no suceder algo extraordinario, el nueve del mes en curso el magisterio tamaulipeco elegirá a su nuevo dirigente y como en todo proceso de este tipo hay denuncias sobre presuntas irregularidades como en el caso de los jubilados a quienes les dificultan su participación. Es en la mayoría de este sector donde Arnulfo Rodríguez Treviño cuenta con partidarios. Normal porque su gestión (2007-2012) es de las mejor recordadas por los beneficios que aun disfrutan.
Sin embargo, también queda demostrado ser favorito entre los maestros en activo justo porque encabezó uno de los más auténticos liderazgos de que se tenga memoria. No extraña que Lealtad a sus compañeros sea el lema de campaña. Mientras tanto llama la atención que Abelardo Ibarra, considerado candidato oficial, actúe ya como triunfador imponiendo condiciones a funcionarios de la SET, en especial a Lucía Aimé Castillo Pastor con la que al parecer acordó no interferir en diversos nombramientos a favor de panistas a cambio de posiciones como la dirección de Formación Continua y Actualización Docente.
Entre otros reconocidos panistas incorporados a la SET están: Patricio Garza Tapia (Asesor), Amelia Castillo Morán, titular del Cretam, (ignorada por la SEP ya que no fue propuesta por la Junta directiva que incluye a funcionarios federales) y Marco Antonio Moreno Castellanos, rector del Colegio de Tamaulipas. Pero hay más que buscan pasar inadvertidos.
SUCEDE QUE
¿Otra navidad triste para Geño?
Y hasta la próxima
Por Max Ávila