En México no habrá reelección. El último presidente que la buscó fue asesinado el 17 de julio de 1928 en el restaurant “La Bombilla” ubicado en san Ángel de la CDMX. Ese día Álvaro Obregón asistió a un banquete ofrecido por la diputación de Guanajuato cuando a las dos de la tarde con veinte minutos se le acercó José de León Toral con el pretexto de dibujarle a lápiz su retrato. Este fanático religioso le disparó siete de las ocho balas de su Eiba Star 7.09 reservando la última por si debía suicidarse.
Como sabemos, el sonorense desempeñó el cargo entre 1920-24 sustituyendo al interino Adolfo de la Huerta tras el desconocimiento de Venustiano Carranza mediante el Plan de Agua Prieta encabezado justo por Pablo González y Obregón, este último quien dos semanas antes del crímen había sido electo para retomar el cargo, iniciando el primero de diciembre del 28 para concluir el 30 de noviembre del 34, según reforma del congreso que a propuesta del diputado Gonzalo N. Santos permitía a un expresidente ser reelecto transcurrido un periodo. Se ampliaba a la vez el mandato de cuatro a seis años.
El tema ha sido actualizado por los conservadores bajo la suposición de que el presidente de la república buscaría su permanencia en el poder a efecto de consumar la Cuarta Transformación, algo que AMLO niega una y otra vez en apego no solo a sus convicciones sino por respeto a uno de los fundamentos del movimiento revolucionario de 1910. Lo rechaza digo y hasta le molesta que algunos de sus partidarios insistan, como sucedió durante la marcha realizada con motivo del cuarto año de su gobierno. Fue motivo para que en el mitin del zócalo reiterara en su retiro total de la política, aclarando también que su esposa no pretende ningún cargo de elección, acallando así las perversas voces que sitúan a Beatriz como aspirante a senadora de la república.
El asunto es que los reaccionarios saqueadores y vende patria temen que un día de estos AMLO cambie de opinión y suceda como en otros países donde dirigentes de revoluciones deciden que solo bajo su mando los cambios sociales pueden llevarse a cabo, sin embargo en México, señoras, señores, ello no será necesario porque existe relevo generacional lo cual significa que son varias y varios con la suficiente capacidad e inteligencia para complementar lo iniciado hace cuatro años sin violencia, es decir, de manera pacífica e institucional, lo cual como dice AMLO, debían agradecer quienes han hecho grandes fortunas a costa del sufrimiento popular.
Los conservadores lo saben, por ello las campañas sucias contra quienes aparecen como probables candidatos de Morena a la presidencia. En especial Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, los más decididos a defender y ampliar los beneficios sociales y económicos logrados en el presente régimen. Ahora mismo la jefa de gobierno de la CDMX es víctima del INE al prohibir presunta publicidad anticipada que la ubica como natural sucesora de AMLO. En este sentido el titular del organismo Lorenzo Córdova cumple su papel de brazo ejecutor al cuidado de los intereses del neoliberalismo que lo colocó en el cargo desde los tiempos de Felipe Calderón.
En cuanto a don Augusto, lo acusan de que, aprovechando el puesto de secretario de Gobernación, violenta la soberanía de algunos estados interviniendo en congresos locales influyendo para alcanzar acuerdos a favor del supremo gobierno. Lo señalan también como promotor de golpeteo a gobernadores opuestos al régimen por lo que exigen juicio político.
JUGANDO CON FUEGO
En la sección 30 del SNTE existe señalada inquietud ante la posibilidad de que haya fraude a favor de Abelardo Ibarra durante la elección de la nueva dirigencia. Y es que pareciera se prepara el ambiente para dar por hecho el triunfo del candidato oficial.
En este sentido no es fortuita la misteriosa aparición de presuntas encuestas, valoraciones, sondeos, consultas, etc, en cuyos resultados el ganador no es otro que Ibarra, colocando al final a Arnulfo Rodríguez Treviño como si no fuera pública y evidente la preferencia de buena parte del magisterio por la candidatura de este egresado de Tamatán quien durante su anterior gestión pugnó por la dignificación del gremio.
Es el escenario ideal para convencer a priori de que Abelardo “es la mejor opción” lo cual llama a la desconfianza entendiéndose que “su liderazgo” sería manejado por la burocracia elitista incrustada desde siempre en la SET.
Estas sospechas podrían llevar a confrontaciones y terminar con la unidad hasta ahora lograda. La participación oficial pone en riesgo la aplicación de las nuevas reglas para elección de dirigencias sindicales.
Ojo con los que creen que el magisterio es tonto.
SUCEDE QUE
Perjudicar a los más vulnerables, ¿regla inamovible en la administración estatal?. Que responda Jesús Lavín Verástegui.
Y hasta la próxima.
Por Max Ávila