Familia de payasos
- Checharito Chifladin 11 años de payaso (César Arzola)
- Pokeshi Chifladin 11 años de payaso (Nazareth Arzola)
- Sonajita (3 años) va empezando, pero grabó su primer corto (Meztli Arzola)
- Nini Cajita 10 años de payaso (María Alvizo)
- Vago Vaguito 22 años (Carlos Arzola)
» Hay que apoyar a nuestros hijos, cuando tienen deseos de aprender de verdad»
«Fue la experimentación de tener el público inmediato que lo encontramos en los camiones, como payasos urbanos»
Carlos Arzola «Vago Vaguito» y Juana María Alvizo (Nini Cajita) son los padres de Nazareth, Cesar y Metzli y que continúan con el gusto por el arte del clown y su práctica.
Hace aproximadamente 11 años, relata que se dirigían a festejar el Dia del Payaso al auditorio municipal de Tampico.
Entonces sus dos hijos le pidieron que los maquillaran de favor.
«Como todo payaso salí a festejar el día del Payaso en el Auditorio Municipal de Tampico ese día llevé a mi familia y mis hijos maquillados ellos querían ser partícipes del desfile de la fiesta del Payaso».
Y continua:
«El periodista, José Rodríguez del periódico La Razón nos toma esta primera fotografía. Ahí nace la idea de los «ArzoClown» pero primero con el nombre de los «Payasos Chifladines».
Con el paso de los años, entre los deberes del hogar y obligaciones escolares, la familia fue complementando la educación de sus hijos, con talleres, diplomados y cursos de formación para pulir el arte del Clown.
«Cada año fuimos creciendo como familia, realizamos rutinas Clásicas de Circo y fuimos entretejiendo todo lo que encierra ser un artista del Clown en todas sus expresiones y manifestaciones».
LOS INICIOS
«Los Chifladines » o «Los ArzoClown» se inician cuando reciben la invitación para participar en el desaparecido Canal 9 de televisión abierta.
«Nuestro gran amigo el Payaso Burbujita nos hace una invitación a la barra infantil en la televisora de grupo Flores Canal 9 en el programa el Espacio de Bombón. donde fue nuestra casa Canal 9 »
Ahí, se forjan las «tablas» en un espacio único y especial como es la televisión.
La familia muestra su talento para divertir y entretener con rutinas clásicas y modernas de payasos, que se pueden ver alrededor del mundo.
En su formación, recuerda que tuvieron injerencia los payasos: Danzarín, Campanita (+) Tamborcito, Katarrito Achu, Pato, de los Payasos que son reconocidos a nivel nacional.
«Los amigos payasos y que tienen que ver su amor por este arte, cuando llegan a casa llegan felices, después de haber viajado por muchos lugares cuentan historias, comparten rutinas, técnicas de maquillaje y todo esto nos enriquece, con este intercambio»
Y agrega:
«A estos amigos, los llaman pata de perro, otros payasos de camiones, payasos de semáforo, otros más payasos de televisión, pero todos ellos se han convertido en sus maestros y les llaman ahijados»
LA FAMILIA «ARZOCLOWN»
«Vago Vaguito», inició su carrera desde hace 22 años y Nini Cajita, desde hace poco más de una década.
El «vago», dio sus primeros pasos como actor de teatro en el sur de Tamaulipas, mientras estudiaba en la UAT, pero se sintió atraído por el «público de respuesta inmediata», como es el que se acerca a los espectáculos circenses.
Con el paso de los años desarrolló el personaje que lo caracteriza y compartió sus experiencias de vida con su familia, a la que también inculca el amor por las bellas artes
TAMBIÉN ACTÚAN
Además de involucrarse en la industria de la diversión y la comedia, también ya tienen experiencia en la actuación, con su participación en el cortometraje «Pantomimus Una Tragicomedia» de Clio Acostas, actualmente en exhibición en varios festivales nacionales e internacionales de cine.
«NO HAY OTRA FAMILIA EN LA REGIÓN»
La familia de payasos, son la única en la zona sur de Tamaulipas, en la que todos están involucrados directamente con el «arte clown».
«Aquí, en casa, a todas horas, se oyen risas y más risas, dónde están practicando esta rutina o esta otra, luego silencio, cuando se trabaja en una idea para desarrollar en el escenario; hay un compromiso nato para mejorar siempre en este universo del «Clown».
José Luis Rodríguez Castro/ La Razón
