La psicóloga Elizabet Hervis Aviles explicó que el rechazo a la Navidad y a las fiestas decembrinas por parte de los llamados “Grinch» tiene que ver con diferentes factores y respuestas orgánicas, sociales y emocionales.
«En la orgánica nos podemos remitir a los malestares físicos que podríamos experimentar previo a esas fechas, desde resfriados, malestares estomacales o simplemente malestar general», explicó la psicóloga.
En las sociales se acota la idea de que el individuo que no comparte la alegría de las festividades de estas fechas, tendera a aislarse de los grupos sociales, para evitar confrontaciones o simplemente el hecho de compartir, agregó.
«Mientras en las emocionales, el coctel de emociones se puede ver exacerbado por las experiencias desagradables que pudiera haber experimentado durante esas fechas, pueden ser desde nostalgia, tristeza, depresión, ira, enojo, apatía, por mencionar algunas», señaló.
Las personas que se oponen a las celebraciones en Navidad o que tienen una actitud grosera y codiciosa en temporada navideña también radica por situaciones que generan mucho estrés o experiencias no agradables durante estas fechas.
«Un evento traumático, la pérdida de un ser querido o la añoranza de una persona que se encuentra lejos, provoca en el individuo un sentimiento de rechazo, tristeza o estrés, que hará que quiera evitar la reunión o festividad que caracteriza a estas fechas», reiteró Elizabet Hervis.
Explicó que científicamente se han hecho estudios que podrían justificar la motivación de un “Grinch”, “estas respuestas tienen su origen en la corteza motora, en la corteza premotora y lóbulo parietal superior, por mencionar unas áreas, las cuales tiene la funcionalidad entre otras tantas, que tienen que ver con la espiritualidad y el reconocimiento facial”.
«Parte de la corteza cerebral tiende a regular las funciones superiores de las que somos conscientes, percepción sensorial, movimientos voluntarios, lenguaje, emociones y pensamientos. Por tanto todo evento que impacte en nuestras vidas nuestro cerebro lo guarda y es así como una sensación, un recuerdo, una situación se verá reflejada en nuestra conducta y esto no es ajeno a lo que posiblemente una persona que no gusta de la Navidad refleja de una manera automática, por la simple función de nuestro cerebro», agregó.
Destacó que una sugerencia que pudiera darse a las personas “Grinch”, y eso con mucho respeto y cuidado al ejecutarlas, sería invitarlos a tener pensamientos más positivos, recordar mejores momentos, aprovechar los momentos de ocio y disfrutar su soledad.
¿Quiénes son más “Grinch», las mujeres o los hombres mexicanos?
La psicóloga Elizabet Hervis Aviles señaló que no existe un parámetro establecido que diga que son más los hombres o las mujeres quienes padecen este efecto “Grinch”.
«Pero me atrevería a decir, que posiblemente sean más los hombres. Pienso que por sus mismas características de vinculación, el estrés que les podría generar todo lo que implica estas fechas en particular, podrían padecer a ser más “Grinch”. Sin embargo, las mujeres por sus mismas características de vinculación, posiblemente inyecte más afectividad a estas festividades y lo padezca menos», explicó.
Dijo que desde el aspecto social y familiar la mujer, en específico la madre, es la que mantiene la unidad en estas fechas, «pero es subjetivo, ya que dependerá de los diferentes factores que influyan para esa unión o la distancia que quieran guardar ante estos eventos».
¿Qué efectos psicológicos puede causar ser un “Grinch”?
Elizabet Hervis Aviles señaló que de existir un efecto psicológico y que este fuera permanente por ser un “Grinch” tendría que ver con el trauma que el evento en estas fechas le haya generado al individuo.
«Por lo general, el efecto Grinch podría decirse que solo se limita a estas fechas, pero si este trascendiera todo el tiempo y fechas, entonces si estaríamos hablando de un trastorno, el cual tendría que ser analizado por un especialista».
«El trastorno afectivo estacional precisamente solo se limita a épocas específicas del año y tiene como característica la depresión e incluso el aislamiento, pero una vez pasando esas fechas aparentemente todo vuelve a la normalidad. Entonces si hablamos de efectos psicológicos la depresión y el aislamiento serían los más recurrentes», afirmó.
¿Las redes sociales han influido en las personas “Grinch”?
La especialista dijo que tal vez las redes sociales pueden estar influyendo en la forma de cómo nos relacionamos con los demás y por consecuencia en la forma de cómo concebimos las fiestas navideñas.
Sin embargo, un efecto que si podría decir con certeza es que las redes sociales en su influencia con la sociedad, nos está llevando a un estrés desmedido por la necesidad de cumplir las expectativas que los mismos medios de comunicación han inculcado, afirmó.
«Nos preocupamos por el mejor regalo, más caro, el más moderno y olvidamos el significado real de compartir y sobre todo en la medida de nuestras posibilidades, mismas que se vuelven un reto día a día para quien lo vive. Pero desafortunadamente o afortunadamente estas fechas son inevitables para todos».
«Estas fechas se han vuelto una competencia con nosotros mismos por reflejar lo que no somos y lo que no tenemos, para poder encajar en una convivencia que tal vez no compartimos como el común denominador de la sociedad. Es aquí donde la línea delgada entre disfrutar la convivencia, la fraternidad y más se vuelve un desafío, molestia o desagrado», dijo.