Que idiotas hemos sido los últimos 4 días, solidarizándonos con CIRO GÓMEZ LEYVA, por las balas que alguien disparó rumbo a su cabeza el viernes pasado intentando matarlo, ingratos nosotros, porque ayer nos dimos cuenta que la ‘víctima’ de esas balas que matarían al periodista no sería él, sino el presidente de la República ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Así es mis queridos boes, suena a estupidez, lo es, ayer el AMLO en la mañanera dijo que no descartaba que el atentado contra GÓMEZ LEYVA haya sido un auto atentado, con el fin de afectarlo a él y a su gobierno.
“Quisieron asesinarlo o intentaron hacerlo, y si no fue así el propósito era generar un conflicto mayor, desestabilizar al país, que eso también es un crimen”, soltó ayer
“cuando plantean lo de Ciro, de que pudo ser un autoatentado, no porque él se lo haya fabricado, sino porque alguien lo hizo para afectarnos a nosotros, no lo descarto”.
Vaya egocentrismo de AMLO, sentirse el centro del universo y suponer que todo lo que pasa a su alrededor es por o en su contra, no le permite ni siquiera que haya una víctima en el país que no sea él, todo lo demás es una farsa, un complot de sus adversarios
Ayer hasta adelantó que si encuentran las pruebas del ‘autoatentado’ lo van a denunciar y que no le importa que sus oponentes pueden ir con quien sea a denunciarlo a él, porque todo es ÉL y nada más que ÉL.
“Sencillamente lo vamos a denunciar, y sea quien sea, no hay privilegios. Y pueden ir a la ONU, irme a acusar con el rey de España, ir a Washington a pedirle al presidente Biden que intervenga porque se está afectando la democracia en el país. Nunca se había vivido un ambiente de libertades y de democracia en México como ahora, nunca”, vociferó
¡Qué malvado! CIRO que intentó victimizarse, atravesándosele a por lo menos dos balas que iban rumbo a su cabeza solo para afectar al presidente, qué complotistas los periodistas que a lo largo y ancho del país exigen justicia y se detengan las agresiones al gremio, solo porque ya no hay chayote como antes cuando callaban como momias.
Perversos esos 12 periodistas que ‘aceptaron’ que los mataran solo este año para desestabilizar al gobierno del presidente AMLO, el segundo mejor de todo el universo.
Muy mal los más de 60 que han muerto durante el sexenio de la Cuarta Transformación, porque seguro fueron cómplices de un complot para dañar la imagen de LÓPEZ OBRADOR.
Parece broma, pero es verdad, el país está bajo el mandato de un hombre que es capaz incluso de arrebatarle a una víctima la atención y solidaridad cuando es atacada a balazos; nadie es digno de decirse víctima sino se llama ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
No me imagino hace unos meses cuando en Tamaulipas murió TOÑO DE LA CRUZ al ahora ex gobernador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA por lo menos insinuando que alguien lo hubiera hecho para afectar su imagen.
No ha ocurrido, ni siquiera con los peores gobernadores del país emanados de Morena, cuando ocurre el crimen de un periodista que intenten vestirse de víctimas como lo ha hecho AMLO, su nivel de mezquindad rompe todos los parámetros.
“¿Se puede hacer una investigación independiente y libre sobre el atentado en mi contra cuando desde Palacio Nacional insisten en que fue para dañarlos?”, cuestionó ayer GÓMEZ LEYVA en respuesta al presidente.
“El presidente Andrés Manuel López Obrador no ha perdido la oportunidad para agredirme ¿Qué necesidad había de hacerlo hoy? No se pudo contener. Ya empezaron las agresiones en contra del conservadurismo y tratando de perfilar una hipótesis, una conjetura sobre el ataque del jueves en la noche. Es la naturaleza de ese hombre, allá él y sus necesidades políticas, allá él y sus resentimientos”.
El tema aquí es que si eso le pasó a un periodista de la talla y exposición de GÓMEZ LEYVA, que afortunadamente conducía una camioneta blindada, que desde hace seis años le proporcionó una de las empresas en la que trabaja, qué puede esperar un periodista de a pie, de la provincia que a veces se traslada en microbús y que es tratado como enemigo del régimen de su entidad solo por criticar, cuestionar y resistirse a aplaudir donde no hay nada que lo amerite.
POR MELITÓN GARCÍA DE LA ROSA