Esta es la última semana del año y con esto 2022 queda atrás, dejando consigo un escenario de incertidumbre economica y condiciones complicadas respecto a algunas variables como el pib, la inflación y la tasa de interés. Respecto al crecimiento económico de la economía mexicana se prevé una tasa de crecimeinto de 1.6 por ciento para 2023, de acuerdo con proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); esto significa un menor crecimiento para el año que está por venir —en comparación con 2.7 por ciento del pib para este año— y una perdida de dinamismo en la economía mexicana, por lo que será necesario que se apliquen políticas para reactivar la inversión e impulsar la productividad de las empresas mexicanas.
En relación con el fenómeno inflacionario, este año dicha tasa ha alcanzado máximos históricos y se ha alejado gravemente del objetivo por parte del Banco de México, es tal la situación que el banco central ha implementado políticas monetarias restrictivas, es decir incrementando la tasa de interés con el fin de frenar la inflación y mostrar a los agentes económicos el compromiso de este organismo respecto al combate de inflación. En este sentido, la postura ha funcionado y la tendencia implica un decremento de la tasa de inflación para el próximo año, lo cual ubicaría la tasa de inflación en 5.7 por ciento para finales de 2023. Como ya se ha implementado combatir la inflación implica que la tasa de interés seguirá incrementando y este escenario parece que no cambiará.
Conocer la tendencia de estas tres variables es muy importante al momento planear financieramente los ingresos del hogar. Lo primero que se debe tener en cuenta es que los precios que se han enfrentado no habrán de disminuir drásticamente, pero si es posible que ya no aumenten en la misma medida en que se vino observando durante este año que esta por concluir. Así que para realizar una planeación anual se debe tener en mente que nuestros ingresos perderán poder adquisitivo en comparación con el año anterior.
Ahora bien, saber que aún habrá incrementos en la tasa de interés y estaremos planeado en escenarios de altas tasas lo más conveniente es seguir destinando una fracción de los ingresos a inversiones de renta fija, como lo es inversiones en cetes. Recordemos que lo más conveniente es hacer inversiones de corto plazo, es decir cetes a 28 días, para poder obtener ventajas de las posibles alzas que aún pueden suceder. Una recomendación es tratar de destinar una parte de los ingresos anuales a este ejercicio, ya que para finales de año se podrán obtener rendimientos positivos que blinden nuestro dinero al escenario económico que se está proyectando.
Para México, los pronósticos de distintos organismos internacionales se encuentran alineados a las expectativas de los agentes económicos, así que no es de sorprender que la economía sufra una serie de correcciones respecto a diversos excesos en los que se incurrió derivado de una política monetaria laxa y políticas fiscales expansivas. Aunado a lo anterior, la crisis por la pandemia y el conflicto bélico del otro lado del mundo, no ayudan a la economía mexicana, así que todo parece apuntar a que estos últimos cinco años han sido complicados para la economía mexicana.
Recuerda que, en caso de tener una empresa, sin importar el tamaño, es importante encontrar estrategias que permitan aumentar la productividad. Y, si se es trabajador independiente o asalariado es un buen momento para tener una mejor orden sobre nuestras finanzas personales y familiares.
¡Que todos tengan un feliz inicio de año, sin dejar sus finanzas familiares de lado!
Por Angélica González