Durante la campaña por la gubernatura de Tamaulipas vimos por primera vez que la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo tenía la mira puesta en el estado, como un eslabón importante en la cadena de estados en los que quiere tener una estructura, para buscar la candidatura de Morena a la Presidencia, en 2024.
Y aunque Marcelo Ebrard también estuvo efímeramente en la entidad y ya cuenta con algunos promotores de su proyecto, mientras algunos pocos creen que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López puede ser el candidato, la realidad es que la favorita del Presidente sigue siendo Claudia.
Pero no solo es eso, sino que grupos morenistas y afines a la Cuatroté ya están trabajando dese hace tiempo en la formación de una estructura territorial en los 43 municipios de Tamaulipas, con la mira puesta en la contienda interna de Morena, para hacer que Sheinbaum aparezca como la más fuerte, al menos en popularidad. Si es la más conocida, creen ellos, la ex esposa de Carlos Ímaz (sí, el del video escándalo del dinero de Carlos Ahumada), tendría más posibilidades de ser la elegida.
Quienes observan con ojo crítico el escenario político estatal afirman que desde cierto sector emergente del neomorenismo hay mucho apoyo a las aspiraciones de Claudia, aunque en términos generales su pretendida candidatura no haya seguido creciendo, aunque se perciba cada vez con menos autonomía intelectual y política y pese a que sus principales ventajas sean dos: La cuestión de género por aquello de lo que es políticamente correcto y la protección inamovible de Andrés Manuel.
Los estrategas de Sheinbaum creen que estableciendo relaciones con personajes que son cercanos a la Cuatroté en el estado, tendrán más facilidades para que se les abran puertas, para que se integren comités promotores de su precandidatura y para generar la percepción de que es el proyecto ganador, aunque en los hechos las posibilidades de Claudia sean menores que las de Ebrard o de Monreal, por ejemplo.
LAS CAMPAÑAS FRÍAS
Por si no lo sabían, ayer se iniciaron las campañas para disputar la senaduría vacante, en la elección extraordinaria de febrero próximo.
Las bajas temperaturas que se registran en estos días en la entidad también han enfriado los ánimos de los ciudadanos, quienes entre las distracciones propias de las festividades navideñas y de fin de año tienen otras prioridades, lo que hace que la contienda parezca poco menos que intrascendente.
Sin embargo, de aquí hasta mediados de febrero los candidatos que buscan la senaduría vacante, Imelda Sanmiguel Sánchez, Manuel Muñoz Cano y José Ramón Gómez Leal tendrán que hacer un enorme esfuerzo para llegar a la mayoría de los 43 municipios, reunirse con grupos de ciudadanos, organismos empresariales y liderazgos, para presentarles sus propuestas en materia legislativa y tratar de convencerlos de que salgan a votar el 19 de febrero.
De por sí estos comicios llegan en un momento en el que los tamaulipeco apenas están terminando de digerir una campaña muy pesada en términos de polarización y ya están ante un escenario en el que la propaganda de los tres candidatos va a saturar prácticamente todos los espacios informativos y los medios de comunicación, no hace falta ser un experto para saber que el hastío hará mella en el ánimo de la gente.
ESCOTILLA
Va a ser muy interesante cómo operan
las redes de promotores del voto a favor de cada uno de las coaliciones que postularon candidatos para la elección de febrero.
En la del AN-PRI-PRD se notará la falta de un soporte institucional que antes tenía y que hacía fluir los recursos -aunque a veces se perdían, como en la campaña anterior-, para movilizar a los votantes.
En el caso de la de Morena-PT, posiblemente los numerosos empleados registrados como Servidores de la Nación tengan mucho trabajo, habilitados como activistas electorales y en cuanto al Verde, pues con que logren reunir suficientes representantes de casilla podrían darse por bien servidos.
POR TOMÁS BRIONES
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