TAMPICO, TAM.- Desde las 4:30 de la tarde, decenas de mujeres comenzaban a llegar a la avenida hidalgo, el punto de reunión fue frente a un centro comercial para marchar por el día internacional de la mujer.
El comunicado que giró en días pasados daba a conocer que la caminata iniciaría a las 6 de la tarde, para llegar a la plaza de armas de Tampico.
Cuando llegó el momento, más de 2 mil personas con prendas en color morado y verde avanzaron sobre el carril de norte a sur.
Elementos de tránsito y vialidad hicieron su labor, dirigiendo el tráfico por calles alternas para evitar un accidente.
Niñas, adolescentes, adultos y gente de la tercera edad se unieron por la misma lucha.
En las pancartas se podían leer diferentes leyendas, algunas exigían justicia, otras pedían protección, y en otro portaban la imagen de una mujer que siguen buscando, uno de los tantos casos sin resolver, el de Cynthia, quien lleva más de dos meses desaparecida.
Al llegar a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia colocaron una manta con la leyenda “Tamaulipas feminicida, Fiscalía cómplices de feminicidas” y gritaron ¡justicia! en repetidas ocasiones.
Siguieron el trayecto sobre la calle Altamira para incorporarse a la Colón, en donde más personas las esperaban.
Al llegar a la plaza de armas el lugar estaba iluminado con la luz que arrojan los celulares, y con humo color morado.
Las feministas realizaron un “performance” sobre la calle, donde expusieron los tipos de violencia que se vive día a día, tanto por desconocidos, como por parte de personas cercanas.
La mamá de Lidia Gabriela, recordó a su hija quien que falleció en la Ciudad de México tras saltar de un taxi en donde el conductor la quería secuestrar.
Este hecho sucedió el primero de noviembre del 2022, están a la espera de que el responsable sea condenado.
“El del taxi está detenido, estamos esperando que sea sentenciado, tenemos la esperanza de que se va a hacer justicia y le van a dar la pena máxima”, dijo la señora Lidia Barrientos Méndez acompañada de sus familiares.
Mencionó que su hija era una mujer emprendedora, trabajadora y alegre. Reconoció que Gabriela les comentó en algún momento que, si fallecían a manos de otra persona saldría a protestar para exigir justicia.
“Antes de que pasara lo qué pasó ella le dijo a mi hija mayor que si alguien de la familia moría iba a estar en una marcha, pero como ella fue la que murió aquí estamos nosotras”, dijo.
Dentro de las actividades, al final colocaron un tendedero en el quiosco en donde había denuncias anónimas, donde se expusieron casos de abuso sexual, acoso, así como violaciones y chantajes.
Por Javier Cortés