CD. VICTORIA, TAM.- Con las recientes lluvias en la ciudad, las famosas Acequias de la avenida Francisco I. Madero han regresado a “la vida”, sin embargo no como hace décadas en que se apreciaban llenas de aguan cristalina, sino con yerba y flores, resultado de la humedad y falta de mantenimiento.
En un recorrido por el también llamado 17, se pudo apreciar como en el tramo que se localiza entre la calle Benito Juárez y Zacatecas ha crecido un gran arbusto dentro de estas e incluso cuenta con flores amarillas.
Existen tres tramos que fueron intervenidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia en Tamaulipas debido a su importancia y valor por ser vestigios históricos de la región, los cuales fueron rescatados y exhibidos ante todo el público.
Estos tramos, tras la remodelación del 17, fueron reforzados con vidrio de alta resistencia e iluminación, y originalmente les iban a colocar una leyenda donde se describa su uso en la colonia, importancia para el desarrollo de aquella época y valor histórico.
El primer tramo está localizado entre las calles Juárez y Zaragoza; el segundo está entre la Calle Méndez y Ocampo y el siguiente entre Méndez y Doblado.
Su importancia en el origen de la capital
Francisco Javier Ramos Aguirre, cronista de la ciudad explicó que estas datan de entre 1780 o 1790 en donde estas acequias ya existían y transportaban agua potable, para uso doméstico y riego de muchas fincas y quintas de la época”. Con ello se beneficiaba a 150 familias que se establecieron en lo que hoy es Victoria.
Estas acequias además de usarse para tomar y regar, algunas personas la usaban para bañarse, en sus ratos de asueto, debido a que alrededor existían varios árboles frutales, pero décadas después se prohibió bañarse.
De acuerdo al mapa del año 1895 donde se aprecia el primer cuadro de la ciudad que estaba integrado por manzanas, residencias, la plaza del Ocho, la del Genio, que actualmente sería la Primero de Mayo y al sur de la ciudad el río San Marcos pueden apreciarse las acequias del 17, así como otras más al poniente.
“Se aprecian dos acequias, una de ellas estaba en la Alameda y venía desde Tamatan, baja por este sector, pasa por el Paseo Méndez y finalmente deriva en dos que pasan por la Avenida Francisco I. Madero”.
El departamento del cronista platica que el ingeniero Alejandro Prieto, quien fue gobernador de Tamaulipas en esa época y el poeta Manuel José Otón dejaron descripciones de las acequias en documentos y poemas que ensalzaban sus aguas cristalinas.
Éstas originalmente eran dos riachuelos que recorrían las avenidas Francisco I. Madero, una por el lado poniente y otra en el oriente hasta llegar a la calle Aldama, hoy conocida como Alberto Carrera Torres, debido a que la primera se recorrió una cuadra.
Platica el cronista que las acequias son el primer referente de la dotación de agua para el servicio de la ciudad, primero de la Villa de Aguayo, las cuales originalmente estaban bordeadas de forma artesanal, como sólo una brecha entre la tierra, que llevaban el agua natural por gravedad y luego se utilizó la piedra.
Algunas de las quintas que se alimentan del agua eran la Quinta del Olvido, Quinta Badillo, De los Terán, Cuéllar que era del gobernador Rómulo Cuéllar, “debido a que ese sector era el jardín de ciudad Victoria, con una vocación directamente ecológica por su cercanía al río San Marcos”.
“La primera acequia dejó de funcionar a principios de los años cincuenta y la otra, a principio del ciclo 20, por los años de 1910, debido a que inició la modernización y entrada del agua entubada por lo que sólo quedó una, que recuerdan los victorenses mayores”.
La última acequia fue tapada en los años 50 en el gobierno de Raúl Garate, que para entonces había estado el ingeniero Marte R. Gómez quien introdujo el sistema de pavimentación y agua potable, lo cual les quitó su función y solamente quedaron como un adorno.
“El valor histórico es su permanencia en la época colonial y su aporte al desarrollo al proveer de agua a la población y el valor sentimental y espiritual en las personas”.
POR RAÚL LÓPEZ GARCÍA