La redistritación aprobada por el Instituto Nacional Electoral para Tamaulipas que se aplicará en la próxima elección federal, cerrará la competencia entre las principales fuerzas políticas.
En términos generales, un primer análisis de los ajustes con las cifras de la última contienda en la mano, arrojaría que estos favorecen las posibilidades de Morena, que actualmente tiene seis de las nueve diputaciones federales que se pusieron en juego en el 2021.
El próximo año serán solo ocho diputaciones las que se disputarán debido a las fluctuaciones de la población nacional que reflejó el último censo del INEGI.
Pero la competencia no será igual en términos geográficos.
El Distrito V, por ejemplo, con cabecera en Victoria sufrió modificaciones que tendrán múltiples implicaciones políticas.
Hasta la última elección federal, junto con los victorenses, en el distrito V votaban los municipios controlados por la Columna Pedro J. Méndez, como Hidalgo, Mainero y Villagrán, San Carlos y San Nicolás.
Vale la pena recordar que en el pasado, Gerardo Illoldi, el candidato de la alianza PVEM/Morena/PT pudo haber ganado la diputación federal, pero los votos de esa región fueron decisivos para el triunfo de Oscar Almaraz.
Eran los tiempos en que la columna mantenía su apoyo político a Acción Nacional.
Ahora, con en el Distrito V votarán las secciones del Altiplano, una región que se supone bajo el control de “Truko” Verástegui.
¿Le alcanzará eso para refrendar la posición que mantiene en la Cámara de Diputados?.
Otro ajuste similar se dio en el Distrito VI con cabecera en El Mante, donde históricamente ha dominado el grupo político de los Verástegui.
En la última elección, ahí hubo más de 12 mil votos de diferencia -fue la ventaja más alta del PAN sobre Morena en los tres distritos que pudo ganar- pero esta situación también podría cambiar porque al Distrito VI se añadió un municipio de los considerados grandes, y con fuerte presencia morenista.
Además de Mante, Xicoténcatl y la zona cañera, en el VI también votarán los altamirenses cuya lista nominal representa más del doble de potenciales votantes que los de la cabecera y diez veces más que la de Xico.
Esta modificación también trastoca de rebote la dinámica político-electoral de la zona conurbada.
Uno de los tres distritos que el PAN pudo ganar en la elección anterior fue el VIII con cabecera en Tampico.
Durante mucho tiempo, ese distrito ha comprendido prácticamente todas las secciones de ese municipio y nada más.
Pero a partir de ahora, se aplicará también la votación de las secciones de Madero, que anteriormente votaban con Altamira como parte del Distrito 7 que ahora se trasladó a Reynosa y la Frontera Chica.
La lógica indica que igual que en el Distrito VI, controlado por el PAN, la competencia se cerrará al grado de que pudiera inclinarse la balanza para Morena y sus aliados.
Todo ello, claro dependerá del hilado fino que realicen los operadores de la 4T para la selección de sus candidatos, lo cual tampoco será sencillo.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES




