20 marzo, 2025

20 marzo, 2025

¿Quién se queda con la deuda?

Al Infonavit no le importa si sigues casado, vives con otra persona o si te divorcias ¡ Pagas o pagas!

Claudio y Mariel se casaron hace 12 años e hicieron un bodorrio en grande. Un pastel de varios pisos impresionante, conjunto, mariachis y fara fara amenizaron su enlace.

De aquella unión nació Carlitos y a los 5 años sacaron su crédito hipotecario para comprar su casa allá por el oriente de la ciudad.

La vida parecía sonreírles. Pero hace 6 años todo cambió. – No sabes la que se armó compi – cuenta Claudio al Caminante – de repente todo se volvió discusiones por el motivo más tonto, luego se empezaron a meter mis suegros y mis cuñados y ahí sí ya valió. – ¿Tan fuerte estuvo el pex? – Yo también la regué, porque nunca supe poner límites, siempre traté de caerles bien a todos y al final acabamos “pezcueándonos” mi cuñado y yo.

– ¿Si llegaron a los golpes? – Pues si, una navidad. Después de eso Mariel se fue de la casa y se llevó al niño. Total que ya tenemos 5 años divorciados. – Que mala onda mi Cayo, ¿y ya se calmó el asunto? – Nombre, luego por el Facebook hace cuentas falsas y me empieza a hostigar, pero lo más gacho es que luego encuentro en el patio cochinadas de brujería. – ¡No manches! eso sí está gacho. – Pero ahorita lo que me preocupa es la casa, porque sacamos un crédito conyugal para comprarla y desde hace como 4 años que Mariel no lo paga. – ¿Y eso? – Pues creo que tiene un novio que la mantiene, y dejó de trabajar, y pues como ya no percibe salario se atrasó en los pagos. – Uchala, y luego eso el Infonavit no perdona.

– No, al Infonavit no le importa si sigues casado, separado, divorciado o te fuiste a vivir con ‘el sancho’, ni los motivos por los que el matrimonio ‘valió maiz’, para ellos los dos firmamos un crédito y hay que pagarlo hasta el último centavo.

– ¿Y en esos casos que se hace? – Solo hay de tres ‘sopas’, Si tu pareja ya no quiere seguir pagando, uno puede hacerse cargo de toda la deuda y ser el único dueño de la casa. Ahora que si es uno quien ya no quiere continuar con el compromiso, puedes vender tu parte de la casa a tu pareja, y que ella pague todas las mensualidades que faltan, para así ser la única propietaria cuando termine de pagarlo.

Pero si de plano ninguno de los dos nos interesa quedarnos con la casa , podemos venderla y con la lana que nos den por ella se liquida lo que cada uno le debe al Infonavit, y si sobra algo pues se reparte entre los dos. –

La cosa es no dejar de pagar – dijo el Caminante. – Si compi, es igual que comprar un carro o cualquier otra cosa a crédito, al banco no le importa si andas de la greña o todo bien con la otra persona con quien te asociaste para comprarlo. – ¿Y tú qué hiciste? – Cuando nos separamos yo la busqué, para arreglarnos, me recomendaron que le comprara su parte. – ¿Y seguir pagando tú? – Exacto, en aquel tiempo había pagado apenas poco más de dos años, osea unos 10 mil pesos, y le ofrecí 15, pero no aceptó. – ¿Qué te dijo? – Que ella iba a pelar por quedarse con la casa. – ¿Y ya no se habló del tema? – Unos meses después me mandó un licenciadillo muy picudo, diciéndome que quería cien mil pesos para quedarme con el crédito y pues lo mandé a la fregada, …imagínate, de diez o doce mil pesos ¡a cien mil! no pues está loca. – ¡Qué caray mi Claudio! ¿y fue entonces que ella dejó de pagar? – Todo lo hizo mal a fin de cuentas, porque como teníamos poco tiempo pagando, ella habría podido cancelar este crédito, sacar otro y tener su propia casa, pero se ‘cerró’ a cualquier negociación y después de que firmamos el divorcio ya casi no tuve comunicación con ella, de hecho cuando voy por el niño su mamá es la que me lo entrega. – ¿Y qué piensas hacer? – Todavía puedo insistir en comprarle su parte, pero si no, tendría que haber un juicio para obligarla a hacerlo, pues cada mes que se atrasa le está generando obligaciones con el Infonavit, y pues la cuenta se va llendo pa’ rriba.

Ahí un juez tiene que decidir quién tiene mayor capacidad de pago y se le asigna la titularidad del crédito y se quedaría con la casa al terminar de pagar. – No pues si suena complicado ¿y se llevaría mucho tiempo eso? – Eso es lo irónico del asunto mi buen, si ella hubiera aceptado de común acuerdo, el trámite se hubiera llevado solo unos meses, pero aquí estamos cinco años después sin poder solucionar el borlote. El Caminante y Claudio se despidieron, ojalá que pronto él y su ex esposa logren llegar a un acuerdo, porque en definitiva, al Infonavit no le importan los problemas del corazón, ahí simplemente pagas …o pagas. Demasiada pata de perro por esta semana.

POR JORGE ZAMORA

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