En menos de una semana el estado de Texas se ha sumido en una espiral de muerte encendida por la violencia armada y el racismo, esos males de la sociedad estadounidense enarbolados desde la misma gubernatura encabezada por el republicano de extrema derecha, Greg Abbott.
Un atropellamiento masivo de migrantes, una masacre en un centro comercial y el asesinato de una familia hondureña, sacuden al estado de la estrella solitaria, los tres crímenes fueron cometidos por personas hispanas y fueron motivados, según las primeras investigaciones, por odio racial, xenofobia y gracias la facilidad con la que se adquieren armas de alto poder. La respuesta del gobernador no pudo ser otra más que reavivar la retórica antiinmigrante desplegando helicópteros en la frontera, exacerbando la hostilidad en la sociedad.
Neonazi el autor de la masacre en el centro comercial
El hispano Christian Mauricio García de 33 años y de ideología cercana al supremacismo blanco, fue identificado como el autor del tiroteo en el centro comercial Premium Outlets de Allen, Texas, que el sábado dejó ocho muertos y siete heridos.
La escenas que circularon en redes sociales eran dantescas, cuerpos apilados de niños, mujeres y hombres, atravesados por el poder del rifle AR-15, el arma favorita de los tiradores que perpetran matanzas en los Estados Unidos.
García es un hombre local de la ciudad cercana a Dallas. Entre sus pertenencias se encontraron varias armas de fuego. También se descubrió un extraño mensaje en su contestadora de teléfono.
«Hola, este es Mauricio. Si eres de la compañía de teléfonos, ya envié dinero, o si son mis padres, por favor, manden dinero», se escucha.
«Si eres del banco no tengo suficiente dinero, si eres amigo, me debes dinero. Y si eres mujer, no te preocupes, tengo mucho dinero», concluye el hombre de simpatías nazis.
El sujeto disparó al menos cien rondas de fuego antes de ser abatido por un policía del centro comercial. Una vez más el país más poderoso del mundo se sumió en el luto por la violencia armada. El presidente Joe Biden declaró cinco días de vigilia “como muestra de respeto por las víctimas de los actos de violencia sin sentido”.
Atropellamiento masivo de migrantes venezolanos
Texas todavía no salía del azoro de la masacre en el centro comercial cuando el domingo otro hombre de ascendencia hispana atropelló a migrantes venezolanos afuera de un refugio en la fronteriza localidad de Brownsville, Texas, dejando como saldo ocho muertos.
«Nos insultó y nos atacó», declaró uno de los sobrevivientes de un nuevo ataque con tintes de odio antiinmigrante, ese que promueve Abbott a diario con discursos y acciones de gobierno como un nuevo despliegue de elementos de la Guardia Nacional en la frontera.
«Lo que vemos en el vídeo es que un Range Rover pasó el semáforo que estaba a unos cien pies de distancia (30 metros) y golpeó a las personas que estaban sentadas en la parada de autobús», declaró Víctor Maldonado, responsable del Centro Obispo Enrique San Pedro Ozanam, donde sucedió el ataque.
El autor del crimen fue detenido por la policía y según los primeros reportes no está colaborando con las autoridades, además de que ha dado diferentes nombres. Fue identificado como George Álvarez y tiene un largo historial de antecedentes criminales. La policía cree que el sujeto perdió el control al cruzar una luz roja e intentó darse a la fuga.
Abbott alertó a la población sobre una posible «invasión» de extranjeros con el eventual fin del Título 42, por lo que determinó agravar la entrada indocumentada a los Estados Unidos.
Un mexicano mató a 5 hondureños
Francisco Oropesa discutió con su vecino por escandalizar en la vía pública y disparar al aire en un barrio de Cleveland, Texas. En un arranque de ira, el hombre de 38 años entró al domicilio de la familia hondureña y masacró a cinco personas con su escopeta, incluyendo un niño de 9 años, la noche del martes 2 de mayo.
Sonia Guzmán, de 28 años; Diana Velásquez, de 21; Obdulia Molina, de 31; Jonathan Cáceres, de 18; y Daniel Enrique Lazo, de 9, fueron las víctimas según la cancillería hondureña.
Después de un día prófugo, Oropesa fue asegurado por las autoridades y ahora podría encarar la pena de muerte, si se agravan los cargos. El gobierno de México aseguró que le brindó atención consular como a cualquier otro de sus conciudadanos.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO