LO CLARO. Dos casos ‘semi imaginarios’ que nos dan pie al tema toral. Dos personas –en cualquier parte de nuestro país- deben encontrarse y desarrollar un tema. No se conocen.
¿De qué hablan para ‘romper el hielo’ como acá decimos? Clima, fútbol, la pelea del canelo, el tráfico e incluso la inseguridad.
¡El acervo cultural que nos acompaña tiene grandes limitaciones en el promedio mundial!
En su gran mayoría los jóvenes utilizan para comunicarse apenas 133 palabras distintas. Una persona común utiliza al menos 300. Existen 20 mil palabras activas y tentativamente 40 mil pasivas.
Una persona de la tercera edad, leyendo algo entre sus manos sonreía de manera inusitada en un café. Movida por la curiosidad la mesera le pregunta “-Usted viene todos los días y permanece por horas en su sitio tomando café y sin dejar de alegrarse ¿a qué se debe su actitud?”
La respuesta del comensal “-Tengo 87 años; mi cuerpo no tiene el vigor de la juventud y difícilmente puedo abordar aventuras majestuosas a estas alturas de mi vida. Pero la lectura tiene la magia de ponerme en el sitio del mundo que sea y disfrutar de esos lugares como si ahí estuviera, ¡soy yo ese héroe!”.
Los habitantes del mundo nos contamos en 8 mil millones y sumamos apenas un aproximado de 10 libros de lectura al año por cabeza.
Los países más avanzados llevan la media de 40 libros por persona. Los lectores voraces se sitúan en 50 ejemplares anuales.
México…bueno. Promediando hombres y mujeres, superamos 3. (Datos INEGI)
Es la vital importancia que entidades como la Academia entre otras instituciones –la propia autoridad gubernamental- tomen medidas permanentes que estimulen a la curiosidad por la lectura de su sociedad.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas instituye de nueva cuenta la Feria Universitaria del Libro FUL-UAT 2023 que junto a otros eventos artísticos, promueven en la geografía a la participación social para continuar impulsando el hábito sano de la lectura.
Que le agreguemos un poco más de ‘carnita’ al simplificado lenguaje tradicional del “¿irá a llover?”
LO OSCURO. $8, 299, 647,800.00 ¿Es difícil de leer? Y más de imaginar junto. Es el presupuesto de gasto público 2023 que se encuentra en ejercicio del país. Ocho billones de pesos.
Es lo que significa la ejecución de lo recaudado más lo obtenido por otros ingresos (petróleo, cuotas, sector financiero) y que su aplicabilidad considera la seguridad social y la salud; la educación, comunicaciones entre otros.
Una de esas buenas inversiones es la educación. $970,991 millones de pesos. México destina 148,000 pesos por año por cada estudiante desde nivel básico a superior. Es muy buena cifra que significa el 13,9% del Presupuesto Total.
Ahora bien. Un concepto de apoyo a estudiantes lo significan las becas. Muchas variantes para la obtención de esos estímulos son consideradas. Por ser un alumno de promedio destacado; por ser sobresaliente en algún aspecto especifico, deporte, cultura, arte e incluso por el nivel socioeconómico que le permita continuar más desahogado el desenvolvimiento de su preparación.
Históricamente comenzaron por el sentimiento humanitario de órdenes religiosas que apoyaban a más alumnos en la consecución de su preparación.
Hoy el gobierno destina una partida de 1 mil 927 millones de pesos; en un recorte histórico respecto de su año anterior.
En contraparte el funcionamiento de los órganos encargados de hacer gobierno y políticas públicas, cuentan con el respaldo irrestricto de la bolsa pública.
El Congreso del Estado de Chihuahua –el caso que nos ocupa- solo el año 2022 recibió para su operación $565, 273,939.00 pesos. Es decir, poco más de quinientos sesenta millones de pesos. 286 millones de éstos, aplicables a ‘servicios personales’, donde se incluyen las dietas de los congresistas.
Su representatividad –son la voz del pueblo- les obliga desde aprobar el presupuesto que invierte el Estado en el gasto público, hasta presentar iniciativas que se conviertan en ley. Parece bueno, ¿no?
Y luego andan inventando el día del caballo, la capitalidad del chile rallado, la prohibición de la cerveza tibia, censurar el reggaetón y otras ocurrencias.
Acudió a esa casa popular hace algún tiempo el niño Luis Alejandro Alcaraz con la finalidad de compartir con sus paisanos diputados la honorable distinción de haber triunfado en las justas olímpicas nacionales en Matemáticas, con el objeto de acudir a representar A MÉXICO ante las 174 potencias del mundo que participan en la Olimpiada Mundial de Matemáticas OMI a celebrarse aquél match en la India.
Ante la voz del pueblo solicitó el pequeño la voluntad de sus congresistas para obtener los recursos que le facilitaran ese traslado y concursar.
Sí, lo escucharon y atendieron la petición.
El conductor del canal de televisión 44 de aquel estado, Fernando Quintana, lo evidenció en señal abierta. “Le dieron los diputados $1,400.00 Mil cuatrocientos pesos; desde aquí les decimos ¡“#%leros! ¡Que los agarren y los metan…! Y vayan a… por esa cooperación ridícula”. Al conductor, lo tildaron en las redes sociales… ¡de héroe!
Finalmente, por sus propios medios y de la sociedad que se volcó en apoyo al pequeño, alcanzó la meta propuesta y obtuvo la medalla de plata en la Olimpiada de Matemáticas, en la India. Su desempeño le permitió continuar participando el año siguiente en la edición de Bulgaria.
Los funcionarios de elección popular no estaban preparados para una decisión de esa naturaleza. Al final, debieron considerar lo que la auténtica voz del pueblo manifestó.
La aplicabilidad de los recursos públicos debería de observar prioridades.
Luego ni las tablas se saben completas.
COLOFÓN: Una legislatura muy lejana y anónima, subió a iniciativa de ley la propuesta ‘ecológica’ de agregar al nombre de ese Estado en cuestión –con todo el gasto operativo que representa- “Pet Friendly”, o ‘amigable con los animales’.
No juzguemos… quizá se referían a los de diferente género no-humano y no sería el tema la autocompasión. Sin generalizar…
Por Alejandro de Anda
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