14 diciembre, 2025

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Acuaférico aún trabaja a medias

Seis años después de su inauguración, tras una inversión de 400 millones de pesos, opera a muy baja capacidad porque no tiene agua suficiente para cumplir con su objetivo

CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El acuaférico de Victoria, en el que se invirtieron cerca de 400 millones de pesos, sigue sin trabajar al 100 por ciento.

La obra iniciada en octubre de 2014 e inaugurada en el 2018, antes de culminar el sexenio de Enrique Peña Nieto, prometió mejorar la distribución del agua en la localidad, en beneficio de los más de 300 mil habitantes actuales de la región y hasta los 400 mil que se prevén para 2043.

A cinco años de su inauguración, el acuaférico no cumple con su tarea de manera completa, puesto que no le llega el agua suficiente para que cumplir con su objetivo.

“El acuaférico tiene la función de distribuir de manera más eficiente el agua que llega por el acueducto, esa es su función básica. No está trabajando como debería porque nos hace falta la segunda línea del acueducto, pero si hace su función”, señala información de la Secretaría de Recursos Hidráulicos.

Las líneas no necesitan de mantenimiento, ni de trabajos manuales, lo único que le falta es agua.

Hace casi 10 años, y de acuerdo al análisis del proyecto, el acuaférico contribuiría a impulsar el desarrollo de Ciudad Victoria, cuyo reto es el mismo que enfrentan muchos municipios del país: llevar el agua de manera eficiente a cada uno de los hogares de la entidad.

En ese sentido, esta obra facilitaría que la COMAPA estableciera una estrategia de distribución eficiente de agua potable basada en las necesidades de consumo de los usuarios.

También se dijo previo a su inauguración que otra de sus funciones era aportar 1 mil litros por segundo de agua proveniente de la presa Vicente Guerrero, con lo cual beneficiaría a los sectores de la zona oeste de la ciudad, en especial a los que se ubican al pasar el Libramiento Naciones Unidas.

Pero hasta hoy día esto no ha podido suceder debido al estrés hídrico por el que pasa la región centro del Estado, pues la presa Vicente Guerrero no cuenta con la infraestructura debida para dotar de agua a esa obra y que se distribuya a la de 300 mil personas que habitan la capital.

LA OBRA INICIÓ MAL
La obra inició su construcción en octubre de 2014 con un costo cercano a los 400 millones de pesos y desde un inicio presentó problemas que fueron señalados por la Auditoría Superior de la Federación. 
Entre las observaciones, se detectó que en el tramo tanque Cuartel Militar hasta tanque Tamatán hubo pagos indebidos por 299 mil 529.25 pesos en los conceptos con claves 12 y 13 para rellenos en zanja “compactado al 85% proctor, con material producto de excavación” y “compactado al 85% proctor, con material producto de banco y E.P. 15A”, sin que se aplicara la diferencia del volumen del tubo hidráulico ANG de 630 mm (24”) de diámetro, lo que ocasionó errores en el volumen obtenido del relleno con material producto de excavación.

El acuaférico fue considerado la obra hidráulica más grande de los últimos 20 años en la entidad, los boletines de la CONAGUA, el gobierno del Estado y el municipio, exponían los beneficios del proyecto que tuvo una inversión de 400 millones de pesos en dos etapas.

En 2015, el presupuesto destinado por la Federación dentro del catálogo de compromisos presidenciales, fue de 177.2 millones de pesos, con lo que se concluiría la instalación de 12.5 kilómetros de tubería, hasta la planta potabilizadora.

En el arranque de la primera etapa, se trabajó en dos tramos de los tres que contemplaba el proyecto, uno desde el Tranque Tamatán al Tanque del Cuartel Militar, con una inversión de 48 millones de pesos.

El segundo tramo va desde el cuartel a carretera salida a Monterrey, con una inversión de 141 millones de pesos, mientras que en la segunda etapa la inversión autorizada fue de 158 millones de pesos, establecía en ese entonces el titular de la Comisión Estatal del Agua en Tamaulipas, Jaime Cano Pérez.

Con el anillo de nueva tubería, se logró dar vuelta a la ciudad a través de los libramientos Naciones Unidas y Emilio Portes Gil, esas conexiones permitirían nuevos puntos de conexión con el agua que se tiene en La Peñita, los pozos de la zona norte, los pozos del centro de la ciudad, los pozos de la zona sur, además del agua que lleva del acueducto.

Las obras incluyeron la construcción de dos tanques de regulación y almacenamiento con capacidades de 10 mil y 3 mil metros cúbicos, todo esto permitiría regular el agua en las zonas altas de la capital, reducir los tandeos y un mejor suministro y distribución.

El proyecto ejecutivo incluyó además de la colocación de tuberías de diferentes diámetros desde 18 hasta 36 pulgadas; la colocación de piezas especiales, válvulas de control y de función de aire, desagües y derivaciones.

Todo eso sirvió de poco, pues a casi diez años de que se iniciaron los trabajos, el acuaférico no cumple con su función principal porque no le llega el agua suficiente, y eso no va a ocurrir hasta que se construya la segunda línea del acueducto de la presa Vicente Guerrero.

Por Antonio H. Mandujano
Expreso-La Razón

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