CIUDAD MÉXICO.- Víctor Flores narró en exclusiva para Despierta que no ha recibido el apoyo del Sindicato del IMSS, luego de haber sido detenido tras la muerte de la niña Aitana en un elevador
Víctor Flores, el camillero que trasladaba a la niña Aitana Betzabé Domínguez Castillo, de 6 años, quien murió prensada en un elevador del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Playa del Carmen, Quintana Roo, afirmó que él sintió que era el «chivo expiatorio» luego de ser detenido.
En entrevista exclusiva con Danielle Dithurbide para Despierta, Víctor Flores explicó que no ha contado con el respaldo de su Sindicato.
Narró que los representantes del Sindicato le dijeron que tenía que llenar el reporte de la Policía Municipal y él respondió que no podía dar declaraciones porque estaba en “shock” y con problemas de presión arterial.
Víctor Flores detalló que los del Sindicato insistieron en que debía firmar el reporte de la Policía y le indicaron que era solo por protocolo y que el reporte no tenía ningún poder judicial; finalmente accedió, hizo la narración de hechos y firmó.
Yo sabía, yo sabía en ese momento que era una situación ilegal, no estoy en condiciones emocionales ni de salud como para hacer eso, o sea, con la presión arterial que yo estaba manejando estaba al borde de un infarto.
Víctor Flores explicó a Despierta que después de esto, regresó el empleado de la Fiscalía y le dijo que le iba a leer sus derechos. Ante esto el camillero preguntó al secretario si iba a permitir esta situación y solo asentó con la cabeza y movió los hombros como diciendo “¿qué puedo hacer?”.
Añadió que en ese momento le pusieron las esposas en la mano izquierda y lo sujetaron al barandal de la camilla.
En ese momento yo sí sentí que era el chivo expiatorio de la Fiscalía, de las mismas autoridades que me representaban, porque pues hasta ese momento yo tenía todo el respaldo del instituto, del IMSS, pero no tenía el de mi representación sindical.
Elevadores, en mal estado
Sobre la situación en la que se encuentran las instalaciones del Hospital General de Zona Número 18 del IMSS, en Playa del Carmen, Quintana Roo, donde sucedió el accidente que le costó la vida a Aitana, Víctor Flores narró que desde que él llegó a trabajar ahí, el 1 de septiembre de 2012, los elevadores presentaban fallas.
Las fallas regulares eran entrar, oprimía uno el botón para subir o para bajar, se cerraba la puerta y se volvía a abrir, sin necesidad de que nadie oprimiera ningún botón, se cerraba, se abría, y hasta la fecha.
Añadió que en fechas recientes dichas fallas se habían presentado en todos los elevadores, no solamente en donde ocurrió el trágico evento sino en otro que hay en el área de hospitalización y en el vestíbulo.
Ante la pregunta de si los elevadores recibían mantenimiento, Víctor Flores explicó que sí había visitas por parte de una empresa externa y que son constantes.
Dijo que en dos ocasiones él se quedó atrapado en el elevador, al igual que otros compañeros.
Detalló que estas fallas se reportaban al área de mantenimiento o del área de conservación del IMSS, pero lo único que hacían era abrir el elevador y sacar a la persona.
El camillero contó que, en una ocasión, cuando trasladaba a un paciente en silla de ruedas, el elevador quedó como a unos 30 o 40 centímetros del piso, por lo que tuvo que parar al enfermo para poderlo sacar.
Recordó que en otra ocasión él tuvo que abrir el elevador porque el paciente al que llevaba se estaba alterando.
Dijo que en todos estos casos debe llegar la empresa externa a revisar los elevadores porque los del área de mantenimiento y conservación del instituto no pueden intervenir porque se pierde la garantía.
“Entonces ellos (los del área de conservación del IMSS) lo único que hacían, si hay alguien atrapado, llegaban, abrían y lo sacaban, y el elevador se quedaba fuera de servicio”, agregó.
Con información de NMAS.