5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

Claudia, por el bien de Tamaulipas

POLVO DEL CAMINO / MAX ÁVILA

El día seis del mes próximo Morena dará a conocer el nombre de quien triunfe en la encuesta a realizarse justo entre el 28 de agosto y el tres de septiembre. Entonces habrá virtual candidato(a) presidencial con la seguridad de que ocupará palacio nacional en sustitución de Andrés Manuel López Obrador y ha de continuar el proceso de transformación que vive la república.

En esta competencia por el privilegio de mandar, Claudia Sheinbaum lleva la delantera siguiéndole en orden descendente Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal. Estos últimos dos que al parecer mantienen empate técnico. Se entiende que el asunto estará entre la ex jefa de Gobierno de la CDMX y el ex canciller, lo que no obsta para que, tras la victoria final, todos los participantes sean incluidos en el próximo régimen, al menos aquellos militantes del partido en el poder.

Mientras tanto las llamadas con el feo calificativo de “corcholatas” siguen trotando de pueblo en pueblo sin mayor alteración que el júbilo o desinterés propios de esta clase de eventos: alegría y feminismo del bueno, cuando reciben a Claudia, seriedad ante Marcelo que no deja escapar oportunidad de lucimiento al menor pretexto; el baile, el canto o las bromas no son lo suyo, pero con la intención basta.

Adán Augusto por su parte, está forjado en el yunque de la transición. Conoce y entiende las trampas del viejo sistema, pero luce acomodado en los nuevos tiempos en buena medida por la fraternidad con AMLO. Sus fans mantienen la línea ortodoxa de las sociedades difíciles de cambiar solo por moda. Es un político que bien entiende el papel que le toca desempeñar y actúa con la perfección de un profesional con teatro vacío.

Monreal está empujado por su ego con un discurso que pretende ser académico cuando solo se trata de frases distanciadas de una realidad que lo llevó a buscar las falsas salidas propuestas por el sistema anterior que cinceló su conciencia. Ricardo provoca desconfianza que no cubre con su religiosidad que debiera ser privada y muy personal en lugar de exhibirla como coraza capaz de detener la bala más poderosa.

Es la tropa de Morena a la que restan algo más de veinte días para convencer de que bajo el mismo proyecto se puede hacer mucho más para terminar con la corrupción, enaltecer los valores familiares y sociales y sobre todo refundar al México desde los escombros en que fue abandonado por la minoría rapaz que a pesar de todo no alcanzó a destruirlo todo. La revolución de conciencias ha sido el primer paso; lo demás llegará por consecuencia. Es la consigna histórica de otras naciones que superaron desgracias parecidas.

Quedamos en que, a casi cincuenta días de iniciado, el proceso de Morena hacia la sucesión presidencial aparece imperturbable a pesar de las provocaciones opositoras que siguen apostando al desastre porque solo de esta manera lograrán ventajas. Y ni modo que sea invento.

TIEMPO DE MUJERES
No es secreto que Tamaulipas está con Claudia Sheinbaum bajo la convicción de que le irá bien al estado en diversos aspectos. Esta hembra que, tratándose de mejoramiento mayoritario es intransigente, es decir, firme, rigurosa e incapaz de hacer concesiones “o caer en componendas”.

Tampoco es secreto que, por diversas circunstancias hasta ahora difíciles de superar, hay problemas para concretar proyectos necesarios al desarrollo de la entidad. El pasado no termina de irse y la maldad aún se esconde en rincones donde la barredora no logra penetrar, sin embargo, será cosa de tiempo. Por ello importa y mucho que Claudia sea la próxima presidenta de México.

La nueva sociedad del cambio está hecha de honorabilidad a toda prueba. No extrañará entonces, que en el futuro inmediato Claudia Sheinbaum se convierta, por el bien de todos, en la mejor aliada de Tamaulipas. Así sea.

SUCEDE QUE
Ojo, AMLO no habla “al tanteo”

Y hasta la próxima

POR MAX ÁVILA

Facebook
Twitter
WhatsApp

DESTACADAS