La gente que vivimos en Ciudad Victoria, Tamaulipas llevamos muchos años viendo como mejorar nuestra ciudad de los problemas contemporaneos que tenemos. El saqueo de los diferentes gobiernos que hemos tenido, ha llevado a que la infraestructura de la ciudad se deteriore a tal grado que estamos en un punto crítico como comunidad. Un círculo vicioso entre gobernantes sin escrúpulos y a veces sin estudios que gobiernan para si mismos, con algunos amigos “empresarios” que son necesarios para desvalijar el presupuesto público nos han llevado esta precaria situación.
La mayoría de los funcionarios públicos antes de terminar su periodo comienzan a hacer “cenas de amigos, de empresarios” y reuniones en las diferentes colonias de la ciudad, dando a entender que lo único que les importa es el siguiente “hueso”. Ahora si le agregamos las inclemencias del tiempo que realmente no ha llovido por muchos años y la temperatura cada ves es más elevada, ¿En que cabeza racional podemos pensar en hacer de Ciudad Victoria un lugar próspero.
La economía de la capital del estado está estancada desde hace muchos años; el circulante que hay es el mismo desde hace 30 años y no se aterriza nada bueno. A lo largo del tiempo las diferentes secretarias han servido para cobrar diezmos, obvio las que tienen presupuesto, las que no solo hacen eventitos en las diferentes zonas de la ciudad para enaltecer la figura de los alcaldes en turno, y las que brindan algún servicio para hacer algún trámite no se han modernizado ya que siguen siendo muy burocráticas.
Las actividades económicas que existen en la ciudad son la agricultura, ganaderia, muy poca industria manufacturera, comercio, oferta educatvia, poco turismo y servicios de salud decentes. Estas actividades no crecen siguen estancadas desde hace muchos años.
En fin, ha existido voluntad desde diferentes sectores de la sociedad de cambiar las cosas para mejorar las condiciones de la ciudad, sin embargo no hemos podido solucionar los problemas que nos atañen.
Una sociedad más justa, con gobernantes más interesados en servir, que servirse, con una comunidad que tenga mejor educación cívica, que participe más y activamente en las decisiones que se toman es la única manera para que las generaciones posteriores puedan vivir en una ciudad saneada y no en la ciudad de los cerdos.
POR MARIO FLORES PEDRAZA




