Al escuchar el último timbre en la secu, lágrimas de felicidad y tristeza rodaron por las mejillas de maestras, maestros y estudiantes de la Escuela Secundaria General “Genaro G. Ruiz” de Llera, Tamaulipas, que como en otras instituciones de educación básica, vivió el último pase de lista durante su ceremonia de fin de cursos de la generación LIII “Profa. Ruth Alida Sánchez Dantés”.
Después de tres años de trabajo, dos de ellos en pandemia, se edificaron relaciones de acompañamiento y amistad con cada alumna y alumno. Cada generación que pasa por las aulas, les deja muchas enseñanzas y crecimiento personal a las y los maestros, pero también se lleva un pedacito de su corazón, ése que late con vocación docente. Un proceso que duele, de ahí las lágrimas.
La adolescencia en la escuela secundaria es una etapa crucial en el desarrollo personal, social y académico de los jóvenes. Durante este periodo, las y los adolescentes experimentan cambios físicos, emocionales y cognitivos significativos, lo que puede llevar a desafíos y oportunidades únicas en su educación y crecimiento.
En la secundaria de Llera, cada docente tutor despidió a su grupo de tercer grado con un mensaje que evidenció el conocimiento las alumnas y alumnos de cada grupo. Pequeños detalles que hablan de la calidad y la calidez en el servicio educativo en esta ciudad de alrededor de 15 mil habitantes.
La importancia de brindar este acompañamiento a las adolescencias se centra en proporcionarles un entorno de apoyo y guía para darles orientación y motivación que les permitan establecer metas claras y realistas, y enfocarse en sus estudios.
La presencia de adultos comprensivos y cariñosos puede marcar una gran diferencia para que se sientan seguros y apoyados, por lo que es importante que reciban apoyo emocional, se fortalezcan su autoestima, su confianza y su autonomía.
El trinomio escuela – familia – comunidad brinda a las y los jóvenes una red de apoyo que hace más probable que persistan y se esfuercen en su educación y logren terminar su educación secundaria.
En Llera, las generaciones de la Genaro G. Ruiz cuentan con el apoyo de docentes comprometidos como Lili, Tarqui, Ángeles, César Mario, Lupemaría, Lucy, Selene, Felipe, Bernardo, Perla, Arnulfo, Carlos, Alejandro, Juan Ángel, José Álberto, Thelma, Nayeli, Lucero, así como de su director el maestro Miguel Ángel Gauffeny.
En la comunidad, el presidente municipal, el Dr. Moisés Borjón Olvera, también le manifestó su apoyo “No duden en llamarme si necesitan apoyo”. Durante el ciclo escolar que culminó, su presidencia apoyó a la escuela en la compra e instalación de diez aires acondicionados, infraestructura necesaria para enfrentar la emergencia por la ola de calor.
Sin duda, el acompañamiento que brindan tanto las y los docentes, como madres, padres y funcionariado público puede marcar una diferencia significativa en la vida de cada estudiante, ayudándole a convertirse en una persona feliz, segura y realizada.
Por ellas y ellos, la vocación de las maestras y maestros manda, aunque cada fin de curso sus estudiantes se lleven un pedacito de su corazón.
¿Usted, qué opina?
POR NOHEMI ARGÜELLO SOSA




