TAMPICO, TAMAULIPAS. – El Obispo de la Diócesis de Tampico, José Armando Alvarez Cano consideró que en la elaboración de los libros de texto, faltó una participación más amplia, en la que se pudo tomar en cuenta a padres y a la misma iglesia.
Espera que el tema, mismo que ha generado un apasionamiento muy fuerte, no se politice.
El debate que ha provocado ese asunto habla de la importancia que tiene la educación para el desarrollo de un país y para el desarrollo de las personas.
«Todos estamos viendo una actitud donde faltó una participación más amplia y ese ha sido el reclamo, creo que la iglesia en este sentido es respetuosa de la ley, de los procesos pero creo que sí hay un apoyo para los padres de familia que son los primeros y principales educadores de sus hijos y que son los que tienen que determinar qué tipo de educación quieren para ellos», destacó.
«Creo que esto ha incomodado a un importante sector y por eso se está viviendo esta situación, creo que la iglesia está acompañando a los padres de familia, está acompañando también que esto no se desborde y que llegue a politizarse que es lo que está enmedio de esta situación, la política donde se está a veces como disputando un botín», indicó.
Reconoció que no todos los jefes de familia están en capacidad de hacer aportaciones pero habrá quienes sí pudieron haber participado en la elaboración de los libros.
Sobre la aportación que pudo haber dado la iglesia, destacó la importancia que han tenido para la sociedad las escuelas de orientación católica como las dirigidas por los Jesuitas.
«Creo que ellos mismos con la experiencia amplia que tienen, con su preparación pudieron haberse tomado en cuenta, cuántos sacerdotes, religiosos han colaborado no solamente dando clases en las aulas sino elaborando también material, creo que estamos ahora en una sociedad inclusiva, lástima que decimos inclusiva cuando nos conviene solamente pero a veces para ese tipo de eventos no tenemos esa inclusivida de poder abrirnos a otro pensamiento», expresó.
Dejó en claro que faltó sensibilidad para elaborar esos libros donde hubiera una conformidad de todos los sectores.
Por Benigno Solís/La Razón