A Cielo Abierto se sueña mejor si miramos a la luna abierta como manzana de frescura y acidez.
Dos artistas se presentan en la galería del Centro Cultural Tamaulipas, Georgina Arce y Jessica Gadga, alternancia y propuesta de amistad más que acercamiento plástico. Por eso el cielo abierto nos ofrece perspectivas diferentes para admirar a las estrellas. Poética de distintos significados, audición para nuestros ojos.
Las une eso sí, la disciplina técnica, y el aprovechamiento del accidente de la mancha y la capacidad visual y resultados de la obra, la variante poderosa y la gratitud de sus expresiones que trasparenta su espíritu ordenado.
Georgina Arce, entre un expresionismo abstracto con figuraciones de color, calidad de improvisación y recursos para dejar que el instante fluya en la superficie con maestría y limpieza. Nada extraordinario dentro de la informalidad del arte, regreso a las expresiones del arte contemporáneo. En el predominio de la mancha, el control de la misma, y la uniformidad de proyecciones. Un regreso a las abstracciones y dominio de los resultados que el Arte Informal propicia.
Pero también nos lleva a un espacio de lo poético, de lo casual, que la artista le imprime con emociones inmediatas y frescas.
Giulio Carlo Argan, acido crítico del arte contemporáneo dice “que muchas de las manifestaciones del Arte Informal tienen una factura común: la emergencia y la agresión del material”.
Pero debemos entender que Cielo Abierto es un punto que involucra a dos artistas de fuelle y disciplina plástica y juegan entre sí, pero a la vez son fuerzas en tensión, porque no expresan lo mismo, en el lenguaje de arte y reconcilian las expresiones y gozan de los efectos y la atracción con el público.
No podemos por lo tanto separar el display de toda la obra de artistas amigas. Porque en conjunto son su propuesta hilvanada a sus colores y formas, o formas coloreadas, que llegan a una poética del espacio que se reparte en todas sus representaciones que comparten la mesa y el sabor de sus sueños en sus miradas de ciclopes.
Así Cielo Abierto es una representación conjunta pero en tensión. Dos fuerzas encontradas y de gran aliento el arte plástico de México. Son muy entronas, están aquí y allá, con una fuerza en tensión única para nuestros ojos.
Una exposición pensada por ellas en un display magnifico en la galería Pedro Banda del CCT.
Dos campos que se unen y se repelen en un mismo techo que tiene cara de cielo.
El trabajo de Jessica Gadga es la representación de sus obsesiones dentro del ovalo de sus retratos, con una mirada furtiva e inquisidora, que toca las condiciones humanas, en una soledad de sus tonalidades, la obra de Gadga es un Canto así mismo, como Walt Whitman, de la nostalgia y la añoranza con una riqueza de soluciones. Las dos bien entradas en el grabado y dominio de sus cualidades y resultados.
Lo he sentido así desde que tuve la fortuna de conocer y gozar su potencial, es una de las artistas más interesantes dentro de nuestra plástica. Su gesto estético la lleva a los cauces poéticos, a la representación de lo simbólico, con un neorrealismo vigorizante.
Su vitalidad está en su propia soledad, su inmersión en el espejo de su existencia donde renace en sus autorretratos y en sus formas virtuales que anunció la opera de la vida.
Sus pinceladas parecen de acuarelas, no hay choque en sus representaciones si hay profundidad de sus sueños en un cielo que abierto que los produce mejor.
Las Instalaciones en esta exposición no llenan mi ojo, un poca más de lo mismo que observamos en museos. Son un buen balance y ejercicio, pero las dos artistas son mejores en las expresiones de lo formal pictórico.
Esto, en todo caso las acerca a la escultura y la movilidad en propuestas urbanas, las artistas hoy por hoy están en la era del. “Fluxus”, esa unidad entre los espacios representativos de la poética, el teatro y la música.,
Una interesante muestra en el Centro Cultural Tamaulipas, de dos artistas que concilian, pero en tensión su abra plástica de disciplinadas cualidades y fuelle dominante que se disfruta en la gráfica de excelentes soluciones.
Vale la pena mirarlas y recrearlas, des mujeres de gran empuje de nuestro país. Georgina Arce y Jessica Gaga, que se confabulan en un mismo cielo abierto a la crítica y al disfrute del arte. El arte así es una educación extraordinaria que supera adversidades y cambia mundos.
Esto es lo que vale y cuenta en el arte. Dos artistas de ímpetu y talento que nos llevan a esta fiesta, a esta fiesta espiritual de los sentidos
NOTA. Presentamos hoy una muestra de estas dos artistas mexicanas como una invitación a visitar la galería mayor de Centro Cultural Tamaulipas.
Por Alejandro Rosales Lugo