CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Son cinco años ya que Tamaulipas registra un sequía con lluvias muy por debajo del promedio.
Son también cinco años que los eventos hidrometeorológicos no tienen cabida en la cuenca a la que pertenece el Estado y que corresponde al Golfo de México.
Desde el 2017 no llueve lo suficiente para elevar los niveles de presas, ríos y mantos freáticos agravando el tema del estiaje y dejando a millones de tamaulipecos sin suministro por lo menos un día a la semana.
Es un sequía que no se había presentado desde el año 2000, misma que continuará siendo crítica por lo menos hasta terminar el año hidrológico que es a finales de septiembre en esta región noreste.
Si no llueve lo suficiente en este mes de septiembre, Tamaulipas acabaría el año con condiciones hídricas muy graves.
De acuerdo al último semáforo del agua, 20 municipios de los 43 se mantienen en rojo como: Nuevo Laredo, Guerrero, Mier, Miguel Alemán, Camargo, Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso, Matamoros, Burgos, Cruillas, Méndez, San Fernando, Aldama, Victoria, González, Bustamante, Miquihuana y Tula siendo El Mante, el único municipio que sigue en verde desde la implementación del semáforo.
“Ya vamos para el quinto año consecutivo que nos llueve por debajo del promedio”, aseguró el secretario de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social en Tamaulipas, Raúl Quiroga Álvarez.
Destacó el funcionario que de los ríos no escurre agua a las presas, pues toda es absorbida en su trayecto o evaporada antes de desembocar a los almacenes de las diferentes regiones de la entidad.
Y puso como ejemplo la presa Vicente Guerrero, a donde no está llegando gota alguna de los afluentes que ahí culminan tales como el Purificación principalmente.
“Ahorita escurre prácticamente nada, está entrando a la presa prácticamente nada (de agua)”, alertó.
En peligro, el riego
Cuando arranque el ciclo agrícola Otoño-Invierno 2023-2024 en Tamaulipas, en su frontera más de 800 mil hectáreas pudieran no tener el agua suficiente para desarrollar los cultivos que ahí se establecen, principalmente sorgo y maíz.
Así también otras miles de hectáreas de hortalizas que en conjunto se producen entre los meses de octubre a marzo.
El pronóstico de lluvias para este mes de septiembre no es tan positivo como en años anteriores, que es cuando más precipitaciones se esperan y que los agricultores del norte aprovechan para captar la humedad necesaria que les permitirá iniciar con los cultivos en diciembre, los últimos diez días de este mes que es cuando se establece el sorgo primeramente.
De acuerdo con el gerente de la Unión Agrícola del Norte de Tamaulipas (UARNT), Juan Manuel Salinas Sanchez, las lluvias más benéficas para sus trabajos son de septiembre a noviembre y es en estos tres meses que esperan se presenten con la suficiente agua para arrancar con el ciclo.
Pero temen a que no existan las condiciones necesarias meteorológicamente hablando, y que sus trabajos se vean afectados culminando así con pérdidas millonarias que serían imposibles de recuperar.
Y es que tan solo en el Distrito de Riego 025 tiene una superficie regable de aproximadamente 202 mil 500 ha., donde se aprovechan las aguas del Río Bravo almacenadas en las presas internacionales La Amistad y Falcón. En esa superficie se cultivan principalmente el sorgo, el maíz y otros granos, además de algunas hortalizas como el Okra.
“Aquí en la región norte de Tamaulipas las lluvias fuertes empiezan el primero de septiembre y terminan el 30 de noviembre, todos sabemos que la temporada de ciclones inicia el primero de junio, pero es muy raro que en junio, julio y agosto se presenten”.
“Sabemos también que en el distrito de riego 025 no hay factibilidad de agua más que para un riego, ahorita las presas Amistad y Falcon que son las que riegan esa área tienen aproximadamente unos 320 millones de metros cúbicos”.
“Y tenemos más 500 mil hectáreas de temporal que lógicamente están a las expensas de las lluvias que se registren, no hay otra manera de apoyarlas en lo que se refiere a humedad”, explicó Salinas Sanchez.
Si todo continúa de forma negativa en cuestión al clima, el desarrollo económico y agrícola de Tamaulipas tendrá un colapso difícil de remediar.
El precio de insumos de la canasta básica se dispararía al siguiente año más de lo que ya se encuentra actualmente por lamprea producción que puede haber.
Así también la economía de miles de campesinos se vería afectada por no poder recuperar las inversiones que hicieron para sus siembras.
Pero señalan tener de que no ocurra a mayores y que ocurra un evento hidrometeorológico de consideración que venga a aliviar la sequía y darles certeza para laborar en el ciclo próximo que arranca a mediados de octubre.
Por Antonio H. Mandujano
Expreso-La Razón