El Gobernador del Estado AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, fue insistente y consistente en su postura frente al paro magisterial: para que haya conflicto se necesitan al menos dos partes confrontadas y la administración estatal por medio de la Secretaría de Educación, abrió el diálogo y extendió la mano al profesor ARNULFO RODRÍGUEZ TREVIÑO.
La prueba más evidente de esta postura, contrastante con el sexenio anterior, fue la presencia del mandatario tamaulipeco en el plantón de la Calzada de Tamatán, acompañado por el Secretario General de Gobierno, HÉCTOR JOEL VILLEGAS GONZÁLEZ.
Posición dialoguista para construir soluciones a las demandas, que mantuvo invariablemente LUCÍA CASTILLO PASTOR.
A menos que exista un acuerdo político soterrado, que obligue a callar boca y aguantar vara a la dirigencia de la Sección 30 del SNTE, todo parece indicar que el paro magisterial se prolongó por motivos personales de RODRÍGUEZ TREVIÑO, escudado en las 22 peticiones del pliego.
Digo lo anterior, porque lo acordado en el Palacio de Bucareli, abrir mesas de diálogo y construcción de acuerdos, fue lo que aquí le ofreció el Gobierno del Estado a la dirigencia estatal del SNTE.
Es decir, lo acordado en la oficina de LUISA MARÍA ALCALDE LUJÁN, titular de la Secretaría de Gobernación, ante la presencia de LETICIA RAMÍREZ ANAYA, Secretaria de Educación en México, así como del dirigente nacional del SNTE, profesor ALFONSO CEPEDA SALAS, fue la oferta que mantuvo siempre el Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.
La primera conclusión es muy clara: las y los estudiantes de educación básica de Tamaulipas no hubieran visto interrumpidas sus clases, si RODRÍGUEZ TREVIÑO acepta sentarse a dialogar, como lo hará ahora después de viajar a la Ciudad de México, además de haberle ahorrado algunos miles de pesos a la tesorería de la Sección 30 del SNTE.
Segunda conclusión: el acuerdo alcanzado en la SEGOB, fue un auténtico quita risas a quienes atizaban el fuego y apostaban a la prolongación del paro, para sacar raja política y llevar agua a su molino.
De ahí el punto de acuerdo presentado por la bancada dirigida por la diputada ÚRSULA SALAZAR MOJICA, exhortando al CDE del PAN, que preside LUIS RENÉ CANTÚ GALVÁN, a sacar las manos del conflicto, así como al senador ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA y los diputados federales.
Viene enseguida una tercera conclusión: siempre será mejor el diálogo y la mano extendida para solucionar un conflicto, que el puño y las amenazas que ofreció puntualmente el sexenio anterior.
Aunque el diálogo y el consenso exija una buena dosis de paciencia y tarde más la solución, es mejor que la intransigencia y el autoritarismo.
Finalmente, aparece la cuarta conclusión: todo apunta a que, por el resultado alcanzado, al dirigente de la Sección 30, ARNULFO RODRÍGUEZ TREVIÑO, le salió el tiro por la culata.
Las rechiflas y los gritos de las y los profesores en contra de su dirigente, en la conferencia del martes por la tarde, deja un saldo negativo en términos de legitimidad para RODRÍGUEZ TREVIÑO, ante la base magisterial.
Gritos y rechifla ganados a pulso, porque durante la decena de la suspensión de clases, ARNULFO y su cuadro chico mantuvieron su postura intransigente, en una posición reduccionista que colocó la renuncia de LUCÍA CASTILLO PASTOR, por encima del pliego petitorio.
Reduccionismo con olor a capricho personal, que termina cobrando factura al liderazgo de RODRÍGUEZ TREVIÑO.
Corolario: el humanismo ofrecido por AMÉRICO VILLARREAL ANAYA para gobernar, mostró congruencia al resolver el conflicto magisterial, por la vía del diálogo y la construcción de acuerdos, y con pleno respeto al derecho de manifestación y libre expresión del magisterio tamaulipeco.
Algo jamás imaginado por RIGOBERTO GUEVARA VÁZQUEZ, si el paro de labores pidiendo la destitución de MARIO GÓMEZ MONROY y la solución del pliego petitorio, hubiera sucedido en tiempos de CABEZA DE VACA.
POR JUAN CARLOS LÓPEZ ACEVES