Conservar la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2024, le sería complicado a Movimiento Regeneración Nacional (morena) ante el mosaico de colores que exhiben las 16 alcaldías (pobladas por 7 millones 836 mil 36 electores, según la cifra del INE en su corte al 30 de junio próximo pasado).
Más complejo resulta si en cuenta tomamos que, en las elecciones del 2018, el partido guinda alcanzó la victoria en 11 demarcaciones y tres años después (2021) perdió cuatro de éstas para quedar con siete, mientras que el bloque opositor se repartió nueve: PAN, cinco; PRI, dos; y PRD, dos.
Corría (entonces) la primera mitad de la administración gubernamental de Claudia Sheinbaum Pardo, quien hace un lustro alcanzó tal posición con 2 millones 269 mil 75 votos (el 47% de los emitidos), superando por casi 16 puntos su contendiente más cercana, María Alejandra Barrales Magdaleno, quien obtuvo el 30.91% del escrutinio: 1 millón 492 mil 21 sufragios, siendo abanderada de la coalición PAN-PRD-MC.
Incluso, de los 31 diputados locales de mayoría relativa (de 33), que el membrete lópezobradorista ostentó en 2018, perdió 13 en 2021, quedando con 18 más 11 plurinominales, en la segunda (y actual) legislatura.
Estos, junto a los dos del PT y los dos del PVEM, suman 33 (que es la mitad del pleno), mientras la oposición ocupa también 33 curules.
La adversidad de morena en esa elección (intermedia), según acusó la propia Claudia, “fue originada por una campaña negra, muy fuerte, utilizada por la oposición”, al magnificar la pandemia y el accidente en la línea 12 del Metro –inaugurada en 2012 por Marcelo Luis Ebrard Casaubón–, donde 27 personas perdieron la vida y 80 más sufrieron heridas graves.
Andrés Manuel López Obrador al salir en su defensa dijo que faltó más trabajo y más información, a lo que ella respondió para justificarse: “Se nos olvidó difundir lo que era la corrupción del anterior gobierno y cómo se acabó en el actual… la guerra sucia fue a través del WhatsApp, de llamadas, de la televisión, de los medios de comunicación, donde de pronto resultaba que estábamos en una difusión como si fuéramos una dictadura”, acusó como justificante.
Jaloneo interno
En sus escarceos como aspirante a la candidatura presidencial de morena, Sheinbaum se hizo a un lado para que el presidente moviera las piezas del ajedrez, sin asomar interés alguno por su propio relevo.
Durante los primeros meses del año en curso, tuvo fuertes diferencias con Ebrard, porque éste denunció que había dados cargados a su favor en la carrera interpartidista.
Ricardo Monreal Ávila secundó al ex canciller. Pero pronto lo arregló el tabasqueño, supuestamente ofreciéndole la candidatura a jefe de Gobierno de la CdMx, por lo que ‘le bajó dos rayitas’; mientras al resto, el mandatario les propuso, ‘en caso de no ganar la encuesta’, hacerlos líderes de las dos cámaras (Senadores y Diputados) o secretarios de estado.
Al renunciar Sheinbaum a la jefatura de Gobierno, López Obrador dejó que fuera ella quien impusiera a su relevo: Martí Batres Guadarrama.
Y al abrirse el proceso de morena, para seleccionar al ‘coordinador’ de los comités de defensa de la transformación –‘candidato presidencial’, es el mote correcto–, arreció el golpeteo entre Claudia y Marcelo, involucrando a Adán Augusto López Hernández y Gerardo Fernández Noroña.
El final de ese desenlace es harto conocido.
Sin embargo, al serle conferido el bastón de mando, Claudia empezó a hacer de las suyas, pues dos días después (en septiembre 9) Omar García Harfuch, uno de sus incondicionales, renunció a la Secretaría de Seguridad para buscar la candidatura de morena a jefe de Gobierno de la CdMx.
Desde luego eso encabrita a Monreal Ávila, aunque ya forme parte del equipo compacto de Claudia, por sentirse traicionado.
Anteayer, el dirigente de morena, Mario Martín Delgado Carrillo, lanzó otro dardo contra el senador, al anunciar que (él) también buscaría ser jefe de Gobierno; y que se inscribirá para participar en la encuesta a levantarse los días 26 y 27 del mes en curso.
Igual harán Clara Marina Brugrada Molina, ex alcaldesa de Iztapalapa; Lázaro Cárdenas Batel, ex coordinador de asesores de López Obrador; y Ariadna Montiel Reyes, secretaria de Bienestar.
Esto huele a pleito de familia… no por servir, sino para servirse.
Y todo por el ‘apetecible’ manejo del presupuesto que, para 2024, será superior a los 250 mil millones de pesos.
Cicuta
Hay dos proyectos que el diputado federal Erasmo González Robledo debe atender y defender, por ser prioritarios para Tamaulipas:
1) La construcción del acueducto Pánuco-presa Vicente Guerrero-presa Marte R. Gómez; y
2) La construcción de la segunda línea del acueducto Guadalupe Victoria.
POR JUAN SÁNCHEZ MENDOZA
Correo: jusam_gg@hotmail.com