CIUDAD DE MÉXICO.- Un equipo liderado por el exoficial de policía de la Ciudad de México, Rafael Prieto-Curiel, ha publicado un estudio en la revista Science que arroja luz sobre una inquietante realidad en México. Según este estudio, los cárteles de la droga ahora ocupan el quinto lugar en la lista de los mayores generadores de empleo en el país.
El equipo de Prieto-Curiel, actualmente matemático en Complexity Science Hub, revela que estas organizaciones criminales emplean aproximadamente a 175,000 personas en México. El estudio detalla que el Cártel Jalisco Nueva Generación lidera las afiliaciones con un 17.9%, seguido por el Cártel de Sinaloa con un 8.9%, la Nueva Familia Michoacana con un 6.2%, el Cártel del Noreste con un 4.5%, y la Unión Tepito con un 3.5%. El restante 59% se distribuye entre grupos más pequeños.
Los investigadores analizaron datos públicos de homicidios, personas desaparecidas y encarcelamientos en todo el país entre 2012 y 2022, y los cruzaron con información sobre interacciones violentas entre los cárteles. El resultado es impactante, ya que coloca al narcotráfico como una fuente de empleos más grande que empresas emblemáticas como Pemex o Grupo Salinas, superado solo por FEMSA, Walmart, Manpower y América Móvil.
Una de las revelaciones más sorprendentes del estudio es que, a pesar de que aproximadamente el 37% de los miembros de los cárteles fueron asesinados o encarcelados en la última década, el número total de miembros de estas organizaciones creció a un ritmo alarmante, alrededor de siete mil personas por año durante ese período.
El estudio también proyecta el impacto de diferentes estrategias gubernamentales en el crecimiento de los cárteles. Sorprendentemente, el modelo utilizado predice que, si las políticas actuales de detención y procesamiento de miembros de cárteles continúan, estos crecerán un 26% para 2027 y provocarán un aumento del 40% en las víctimas.
Sin embargo, los investigadores señalan que estrategias como las negociaciones pacíficas con los líderes de los cárteles no tendrían un impacto palpable. En cambio, el estudio destaca que la clave para combatir eficazmente el crimen organizado es reducir la capacidad de los cárteles para reclutar nuevos miembros.
El estudio concluye que reducir el reclutamiento requiere esfuerzos estructurales a nivel estatal y local y que una estrategia preventiva es mucho más efectiva que la tradicional reactiva. Aunque advierte que incluso si se detuviera completamente el reclutamiento, tomaría tres años volver a los niveles de violencia ya altos registrados en el país en 2012.
En resumen, este estudio arroja una luz cruda sobre la complejidad del problema de los cárteles de la droga en México y enfatiza la necesidad de abordar el reclutamiento como una prioridad crítica para el futuro del país.
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