Bien dicen que una fotografía dice más que mil palabras, como se confirma en la imagen en donde aparecen juntos y sonrientes, las y los funcionarios de la Secretaría de Educación Pública del Gobierno Federal, de la Secretaría de Educación de Tamaulipas, la representación del Comité Ejecutivo Nacional y de la Sección 30 del SNTE.
A la mitad de la imagen, que bien puede llamarse “vuelta de página y manos a la obra”, aparece sonriente ARNULFO RODRÍGUEZ TREVIÑO.
De acuerdo al comunicado, el resultado del cónclave celebrado con la titular de la Secretaría de Gobernación, LUIS MARÍA ALCALDE LUJÁN, así como de la Secretaria de Educación, LETICIA RAMÍREZ AMAYA, y del Secretario del CEN del magisterio, profesor ALFONSO CEPEDA SALAS, al que asistió el Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, fue la instalación de Mesas de Trabajo para atender el pliego petitorio del magisterio.
Quince mesas tripartitas, que representan el cierre de un conflicto que afecto el derecho a la educación de miles de estudiantes y el inicio de la construcción de acuerdos en favor del magisterio tamaulipeco.
Un pliego petitorio con añejas demandas, que no atendieron los Secretarios de Educación del gobierno de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, es decir, HÉCTOR ESCOBAR SALAZAR y MARIO GÓMEZ MONROY, y que no conflictuó en su momento el profesor RIGOBERTO GUEVARA VÁZQUEZ, dirigente de la Sección 30 del SNTE.
Con el gobierno de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, la Sección 30 recibió la oferta de dialogar en Mesas de Trabajo y llegar a soluciones, cuya aceptación
condicionó ARNULFO RODRÍGUEZ TREVIÑO a la renuncia de la Secretaria LUCÍA CASTILLO PASTOR, trasluciendo que el paro de labores obedecía más a motivos personales y menos al pliego petitorio.
La dirigencia de la Sección 30 estiró la liga y escaló el conflicto, hasta llegar a niveles de intransigencia sin razón de ser, pues el Gobierno del Estado fue consistente en su postura de dialogar para encontrar soluciones.
Intransigencia y cerrazón de la Sección 30, que nunca recibió el respaldo del profesor ALFONSO CEPEDA SALAS durante el paro, manteniendo al CEN del SNTE distante de ARNULFO RODRÍGUEZ TREVIÑO, quien no supo leer las señales políticas de su dirigente nacional.
Me refiero al pronunciamiento del SNTE, publicado el primero de septiembre pasado, en donde el CEN que preside ALFONSO CEPEDA SALAS, para respaldar los cinco años de gobierno del Presidente LÓPEZ OBRADOR y, particularmente, a la política educativa de la Cuarta Transformación.
Pronunciamiento que fue firmado por las dirigencias de las 61 Secciones del Sindicato, entre ellas la de ARNULFO RODRÍGUEZ TREVIÑO.
Cinco días más tarde, colisionando con las señales de apoyo expresadas por el CEN del SNTE al Presidente de la República, la Sección 30 cuestiona la expresión educativa del obradorismo en Tamaulipas
Una posición kafkiana la de ARNULFO RODRÍGUEZ TREVIÑO: respaldar en el pronunciamiento del CEN del SNTE y cuestionar a través de la Sección 30, con cinco días de diferencia, la misma política educativa que enarbolan el Presidente LÓPEZ OBRADOR y el Gobernador VILLARREAL ANAYA.
Afortunadamente, este capítulo magisterial ha concluido, para ceder paso al diálogo y la solución de las 22 demandas del pliego petitorio, en 15 Mesas de Trabajo tripartitas SEP-SNTE-SET.
Por parte de la Secretaría de Educación MARIO DAVID LUGO DELGADILLO, Director de Relaciones Laborales, y ARMANDO IRETA ÁNGELES, Director de Seguimiento a Compromisos Institucionales.
JOSÉ LUIS PÉREZ MÁRQUEZ y CUAUHTÉMOC VALAGUEZ VELÁZQUEZ, del Colegio Nacional de Asuntos Laborales del SNTE, y representantes de la Sección 30 encabezados por ARNULFO RODRÍGUEZ TREVIÑO, junto con funcionarias y funcionarios de la Secretaría de Educación de Tamaulipas, se tomaron la foto al final de la primera etapa.
Una imagen de armonía y disposición al acuerdo, que deja atrás las pancartas intransigentes de un movimiento magisterial, que en su epílogo terminó por cuestionar el liderazgo de la Sección 30 del SNTE, por haber estirado la liga sin motivo alguno y llevar la contra al CEN del SNTE.
Pero qué necesidad Don ARNULFO, diría el divo de Juárez.
POR JUAN CARLOS LÓPEZ ACEVES