Casi finaliza el año y los cultivos en gran parte de Tamaulipas no sufrieron cambios a nuevas alternancias, se quedaron y quedarán por lo que resta de este 2023 en siembras tradicionales.
Y aunque el cambio climático ha afectado al campo local al no haber lluvias suficientes para el desarrollo de sorgo y maíz, lo que más se siembra en el Estado, la falta de proyectos agrícolas para nuevos productos de siembra y también la renuencia de muchos agricultores son los dos principales factores para “estancarse” en lo básico.
Solamente la zona sur del Estado es donde se siembra soya, cacahuate, girasol, canola y otros productos diferentes a las semillas tradicionales, en el norte algodón, okra y algunas hortalizas.
Pero es el centro del estado donde no existe otro cultivo alterno más que los ya conocidos que son cítricos, caña, sorgo y maíz y esto no cambiará hasta que la autoridad federal no les presenten proyectos bien integrados y convenientes.
Ángel Lara Martínez, señala que en Victoria no es posible efectuar algo como en el sur del Estado, donde desde la década pasada se siembra hasta soya y ha sido muy benéfico para su región.
Y es que señala que el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), es quien deben de realizar los estudios necesarios que brinden a los productores los datos necesarios para cambiar de cultivos, pero no se ha efectuado.
El también productor capitalino, expuso que existe una vía de alternancia agropecuaria, que es la producción de sorgo forrajero para ganado, sin embargo esto no sucederá este año, ya que no habrá suficiente producción de este ante la sequía que continúa afectando esta parte de Tamaulipas.
“Para empezar por parte de la autoridad que sería el INIFAP, encargada de poder proponer o de tener alguna demostración de alguna alternativa no la hay”.
“Otra actividad que va alterna aquí en la zona centro, es el tema de la ganadería y pues va a ver poca pastura para generar pacas por lo mismo de que el sorgo no se desarrolló con su máxima capacidad entonces no se puede hacer”, dijo Lara Martínez.
Y aunque las lluvias que cayeron de marzo a mayo en casi todo el territorio estatal fueron buenas, hoy ya no queda humedad alguna de estás por las intensas ondas anticiclónicas y de calor que afectaron lo que pudo haber sido muy benéfico para el agro local.
POR ANTONIO H. MANDUJANO