Al menos mil personas perdieron la vida durante las últimas décadas a causa de las afectaciones causadas a su paso por huracanes en Tamaulipas.
Las pérdidas económicas y los daños causados a la infraestructura de la entidad son hasta la fecha incuantificables.
Las ciudades más afectadas son los municipios de Soto La Marina, San Fernando, La Pesca, Matamoros, Reynosa y la zona sur de Tamaulipas, de acuerdo con el National Hurricane Center de la National Oceanographic y el Centro Nacional de Prevención de Desastres.
De acuerdo con los historiadores, el Huracán “Hilda” en 1955 podría considerarse el que más decesos provocó entre la población y daños al menos a 12 ciudades de la zona sur de Tamaulipas y norte de Veracruz.
En la franja fronteriza, el Huracán “Beulah” 1967 es recordado en Reynosa y Matamoros por los enormes daños causados en la actividad industrial, ganadera y agrícola de ambas poblaciones y el vecino estado de Texas,EE.UU.
Y el huracán “ Gilberto” de 1988 es considerado de los más catastróficos y con mayor impacto entre los estados del noreste del país.
1933: TAMPICO Y EL HURACAN NN
Josué Picazo, encargado de la Crónica de la Ciudad en Tampico, comparte que el 14 de septiembre de 1933, los habitantes de la zona comenzaron a sentir los primeros efectos de un viento “atípico”.
Silvio Lattuada, dice el cronista, se encontraba en el campo petrolero La Mina, en la margen derecha del río Pánuco, cuando la madrugada del 15 fueron sorprendidos por las fuerza del viento que arrancó el techo del lugar.
“Los vientos huracanados, las fuertes lluvias y el desbordamiento del Pánuco, provocaron la destrucción de numerosas casas, y la muerte de al menos 60 personas”, se lee en el texto.
Nueve días después, comparte el investigador, que Tampico tuvo que enfrentar otro ciclón. “Juan Sánchez Borja, relator de la memoria El ciclón sobre Tampico, registra que el observatorio meteorológico de Washington advirtió, el 23 de septiembre, que un segundo huracán se encontraba a unos doscientos kilómetros del puerto.
Al mediodía del domingo 24, el meteoro impactó Tampico con vientos sostenidos de 180 kilómetros por hora y su fuerza no amainó sino hasta los primeros minutos del día 25.
Los vientos destructivos y las lluvias torrenciales —así como la consecuente inundación que alcanzó, el 1 de octubre, 4.6 metros sobre el nivel medio de la marea— causaron la muerte de al menos 200 personas, la desaparición de miles de viviendas —tan solo en los Llanos del Golfo se contaron 10 mil damnificados”.
1955: GLADYS E HILDA Y JANET
En 1955 se presentó una combinación perfecta que derivó en una tragedia para los habitantes del sur de Tamaulipas y norte de Veracruz.
“El peor desastre natural que se ha registrado en Tampico y en la región Huasteca ocurrió entre septiembre y octubre de 1955, cuando se resintieron en esta zona los efectos de tres ciclones tropicales” relata Picazo.
Gladys tocó tierra el 6 de septiembre al norte de Tampico con vientos de más de 130 k/h las lluvias acumularon 640 milímetros y causaron las primeras inundaciones.
Hilda tocó tierra en Tampico la madrugada del 19 de septiembre y las mediciones arrojaron rachas de vientos de hasta 240 km/h.
“La magnitud del huracán era tal que, cuando el ojo estuvo sobre el puerto, se experimentó una calma de alrededor de una hora de duración, tras la cual prosiguieron al menos dos horas más de vientos destructivos”, comparte el cronista.
Por la mañana, se fue revelando el desastre: casas derruidas, cientos de heridos, muertos y desaparecidos, muelles y embarcaciones destruidas…
En los días siguientes se contaron más de once mil personas damnificadas tan solo en Tampico; pero el ciclón dejó destrucción y muerte tanto en la costa —desde Tuxpan hasta Aldama—, como en los poblados y rancherías de la Huasteca.
Entre el 13 y el 26 de septiembre, menciona el texto que se registró un crecimiento gradual de las zonas anegadas; el agua, entonces, superó los tres metros sobre el nivel medio de la marea. Janet, el tercer ciclón del mes, ingresó como huracán categoría 5 al país y golpeó a Chetumal, Yucatán y se dirigió a Tuxpan.
Las aportaciones de lluvias y sus acumulados fueron suficientes para que la cuenca del Pánuco se viera rebasada. “De 3 a casi 6 metros.
A partir del 8 de octubre, en cambio, se registró un gradual descenso del nivel de la inundación tras la disolución del fenómeno denominado «marea de tormenta», que había impedido el flujo de las aguas hacia el mar” Como consecuencia de esta enorme inundación, solo en Tampico la mitad de la población (más de cincuenta mil personas) resultó damnificada y se calculó la pérdida de más de trescientas vidas.
EL PODEROSO “BEULAH”
El Huracán “Beulah “ de 1967, provocó daños incuantificables para la región fronteriza en Tamaulipas. El 20 de septiembre, el ojo del huracán tocó tierra en las cercanías de la laguna del Barril y la Red, en Matamoros.
Los vientos sostenidos alcanzaron un promedio de 175 y hasta 218 km/h. Las mediciones realizadas en el Golfo de México fueron de hasta 260 km/h.
En el litoral costero de Texas se estiman afectaciones para más de 255 mil hectáreas inundadas. Su trayectoria errática lo llevóa en Texas, hasta Brownsville, luego Harlingeny después se detuvo en Alice, en donde se desplazó a las zona montañosa de Nuevo León, en donde se dispersó, A su paso por Texas, provocó 115 tornados en los condados al sur de Texas, entre el 19 y 23 de septiembre.
Los pobladores de Reynosa, recuerdan que a su paso fueron destruidas viviendas, techos arrancados, caída de cables y se cortó comunicación carretera por la creciente del río San Juan y algunos riachuelos.
1988 GILBERTO
El huracán “Gilberto” categoría 5 es recordado como uno de los más destructivos de la historia reciente en Tamaulipas. De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres.
Entre el 14 y el 19 de septiembre de 1988 la fuerza de los vientos y el oleaje del huracán Gilbert, categoría 5, dejó destrucción en Quintana Roo y Yucatán, cruzó el golfo de México e impactó en Tamaulipas, a su paso afectó con severas inundaciones a Nuevo León, finalmente se disipó en Coahuila.
Los datos advierten que las afectaciones causadas por el fenómeno, son : 225 personas perdieron la vida; se registraron 51 mil 610 personas damnificadas, cerca de 140 mil personas evacuadas y provocó daños en sectores como la navegación, comunicaciones, servicios urbanos e infraestructura.
Se estima que la pérdida económica total de este fenómeno fue de 76 millones de dólares aproximadamente. Las investigaciones arrojaron que “Gilberto” ingresó por el municipio de La Carbonera y los vientos de 110 k/h alcanzaron el sur de Tamaulipas .
Un 80 por ciento de la región quedó sin electricidad, cayeron decenas de árboles, cableado destruido, la endeble infraestructura de playa MIramar fue arrasada y como evidencia de la fuerza de la naturaleza, una “matatena” de las Escolleras fue levantada y depositada sobre la calzada.
EL RECIENTE “ALEX”
En 2010 se tiene registro de “Alex” fue el primero en formarse en ese año y sus repercusiones para Tamaulipas fueron menores, a diferencia de los daños causados en Nuevo León.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres comparte: “Ese año ha sido el más costoso para nuestro país en materia de desastres, el daño económico de este huracán superó los 25 mil millones de pesos” .
El huracán Alex se formó entre el 24 de junio y el 1 de julio, provocó daños de distintos niveles también en Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Estados Unidos.
Impactó en dos ocasiones territorio mexicano, la primera fue en la península de Yucatán, ocasionando daños mínimos.
La segunda fue en el noreste del país, donde tocó tierra como categoría 2 -en la escala Saffir-Simpson-, afectando a los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, donde los daños fueron bastante severos.
Sus efectos más intensos se sintieron en las grandes urbes de esa región como Monterrey, Reynosa, Ciudad Victoria, Matamoros, Nuevo Laredo y Saltillo; principalmente.
El saldo de las vidas que cobró el fenómeno fue de 21.
POR JOSÉ LUIS RDZ.