Los opositores siguen dando tumbos, no terminan de salir de una cuando ya se metieron en otra.
Con los dedos entre la puerta y el escándalo provocado por el caso, la virtual candidata del Frente Amplio por México a la presidencia de la República, Xóchitl Gálvez Ruiz, no tuvo más remedio que aceptar que plagió la tesis profesional con la que obtuvo el título de ingeniero.
Lo desafortunado del tema es que no solamente se declaró confesa del delito de robo de una propiedad intelectual, también adelantó que acatará la decisión que tome la Universidad y que si el comité de ética de la institución educativa le quita el grado académico acatará la resolución y presentará otro trabajo para recuperarlo.
Ni siquiera en el programa Tercer Grado de televisa le ayudaron a minimizar y a salir del embrollo. A excepción de Leo Zuckerman, quien trató de defender a la senadora, el resto de los comentaristas y especialmente Denise Maerker coincidieron en que la precandidata es una plagiaria confesa.
Además, contra lo que dice Xóchitl de que solo plagio una parte mínima del trabajo, según investigación del Diario El País de España, también robó propiedad a tesis de alumnos de las universidades de Colombia, Ecuador y El Salvador y sumando a estos a los estudiantes del IPN, la información del diario oficial y Wikipedia, no son dos párrafos los copiados, como dice, sino más de diez, el 22 por ciento del texto del documento.
¿En qué medida afectará políticamente el asunto, así como la escandalera de la compra de nueve millones de la Casa Roja y la adquisición de contratos millonarios al gobierno de la precandidata presidencial?
Eso se sabrá con precisión cuando se conozcan los resultados de las mediciones de las empresas encuestadoras. Lo preocupante para los seguidores de la abanderada del bloque opositor es que da la impresión de que está sola y carece de estrategia para abordar temas delicados o riesgosos, sobre todo cuando habla a la ligera en entrevistas de banqueta ya que, a causa de su falta de preparación, constantemente mete la pata.
Hablando de otras cosas, en el municipio de Altamira, como en otros de la entidad, parece que la alianza opositora es un hecho.
Tenemos entendido que el eventual candidato para pelearle el puesto al alcalde Armando Martínez será Ciro Hernández Arteaga y de acuerdo con la información más reciente los comités directivos del PRI, el PAN y el PRD ya le habrían dado el visto bueno al extesorero.
El caso de Marcelo Abundis, por otra parte, es lamentable debido a que, además de que carece del apoyo de Morena, al reunirse con los enemigos del alcalde y el gobernador, automáticamente el empresario ha quedado fuera de la disputa de la candidatura de la Cuarta Transformación a la alcaldía en el proceso de 2024.