11 diciembre, 2025

11 diciembre, 2025

Un sexenio después, las cifras no se mueven

CATALEJOS / MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

Como balde de agua fría debió haber caído entre los simpatizantes de la oposición, la primera encuesta publicada ayer por El Universal, con un careo directo entre quienes -todo indica- competirán por la Presidencia de la República.
Realizada por Buendía & Márquez, el documento sitúa a Claudia Sheinbaum con una sólida ventaja de 30 puntos sobre el segundo lugar, Xóchitl Gálvez.
La candidata de la 4T obtuvo el 50% de las preferencias en la encuesta que se realizó con un simulacro de boleta, y la del Frente Amplio por México un 20 por ciento.
En tercer lugar lejano aparece Samuel García con un siete por ciento, y el tamaulipeco Eduardo Verástegui, quien todavía tiene que cumplir con un largo camino para ser independiente, sale con un cuatro por ciento.
A partir de ahora, vendrán muchas más encuestas de todos los tipos y, ya lo verá, con resultados muy distantes entre sí.
Es la guerra de las encuestas que ya hemos visto en el pasado y que se ha convertido cada vez con más frecuencia, en un instrumento de propaganda.
Quienes van arriba venden su ventaja como irremontable, y quienes persiguen al puntero presumen que cada vez están más cerca, o descalifican el estudio.
Dicho lo anterior, es verdad que a la encuesta publicada ayer podría otorgársele mayor credibilidad que a las que abundan en las redes sociales desde hace semanas, porque fue realizada cara a cara y porque, es una apuesta editorial de un medio al que no podría calificarse de cercano a la Cuarta Transformación.
Como sea, las cifras presentadas en la primera plana de El Universal se antojan escalofriantes para el Frente Amplio por dos razones: primero porque comprobarían que el efecto Xóchitl fue pasajero, y quizás, no trascendió más allá de redes sociales como twitter donde pulula el antiobradorismo.
Y segundo, porque los números de la encuesta retratan un panorama electoral muy similar al del 2018.
Hace cinco años, Andrés Manuel López Obrador obtuvo el 53.19% de los votos, contra el 22.27% del candidato del PAN, Ricardo Anaya, el 16.4% de José Antonio Meade, y el 5.23% de Jaime Rodríguez “El Bronco”.
De hecho, en los resultados de preferencia por partidos presentados por Buendía & Márquez, las cifras son casi las mismas a las obtenidas en el 2018 por AMLO: 53% para Morena contra 21% de los partidos que integran el Frente.
Lo que sugieren estos números es que las preferencias políticas de los mexicanos no se han movido casi nada en los últimos cinco años, y que difícilmente cambiarán en los ocho meses que restan para la elección.
La narrativa de un país en crisis que ha intentado instalar la oposición no se ha convertido en percepción, y a estas alturas, un amplio porcentaje del electorado -el 50% más o menos- está conforme con el gobierno de la Cuarta Transformación, tanto como para darle otros seis años en el poder.

POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

Facebook
Twitter
WhatsApp

DESTACADAS