13 diciembre, 2025

13 diciembre, 2025

Aborto: la discusión que viene

CATALEJOS / MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

Quedará para el registro histórico el hecho de que Tamaulipas haya sido la última entidad en aprobar el matrimonio igualitario.
Para que eso ocurriera influyeron muchos factores, en primerísimo lugar el talante conservador de buena parte de la población.
Esta característica innegable de la sociedad tamaulipeca ha infundido en autoridades y partidos un temor atroz a la mayoría de los temas que integran la agenda pro derechos, que en otras entidades de la República ya han sido abordados.
Es, en primera instancia, un cálculo político: creen que apoyar este tipo de iniciativas los hará perder votos, y puede ser que tengan razón.
Pero hay también un componente ideológico, cuasi religioso, que va mucho más allá de lo electoral.
Para muestra basta recordar que buena parte de la bancada morenista se mostró en contra de la aprobación de los matrimonios igualitarios, que pudo salir adelante gracias a los votos de legisladores del PRI, MC y hasta del PAN.
Ayer, el diputado morenista Isidro Vargas presentó en el Pleno la primera iniciativa para despenalizar el aborto en Tamaulipas, una medida que va en consonancia con la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La idea es que la interrupción del embarazo se considere lega durante los primeros 12 meses, tal como ya ocurre en 11 entidades de la República.
Sobra decir que viene un intenso debate y que los legisladores serán sometidos a presiones fuertes por parte de grupos religiosos y asociaciones civiles que se autodenominan pro vida.
Ojalá esta discusión no se aparte de lo estrictamente jurídico y científico, aunque eso sea mucho pedir.
Pero en todo caso, también vale la pena reconocer cómo ha cambiado la visión de estos temas en los últimos años.
Basta remontarse, por ejemplo, al 2020 cuando estaba en funciones la anterior Legislatura con férreo dominio panista.
En octubre de aquel año, los diputados aprobaron un “respetuoso” exhorto al Congreso de la Unión para que se abstuviera de aprobar cualquier reforma al Código Penal u otras leyes que apuntaran a la despenalización del aborto.
“Las iniciativas que aún están pendientes de resolver por el Congreso de la Unión, entrañan una aberración y una intención contraria a todo sentido común y al más mínimo respeto por la vida, por ello mi propuesta es a favor del respeto y protección a la vida desde el momento de la concepción (…) O estamos a favor de la vida o estamos a favor de la muerte. Por eso mi propuesta es a favor de la Iniciativa, es decir, a favor de la vida”, señaló en aquel debate la panista Ivett Bermea, promovente del exhorto.
Hasta hubo espacio para que los hombres fustigaran a las mujeres que pelean por el derecho a decidir sobre su cuerpo.
Como el diputado Arturo Soto que así “reflexionó”: “No puede haber políticas públicas que defiendan la muerte. Se dice que el aborto es la interrupción legal del embarazo, eso es lo que dicen las pro abortistas, pero interrumpir es aquello que se puede continuar y una vez que entra una mujer a una clínica a asesinar su hijo, no puede volver a continuar el embarazo. El aborto es el asesinato de un nuevo ser”.
La buena noticia es que los tiempos cambiaron, tanto que ayer dos diputadas del PAN se adhirieron a la iniciativa presentada por el diputado morenista.
A pesar de todo, Tamaulipas cambia.

POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

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