En México, la discusión en torno a la paridad de género en las candidaturas a gubernaturas para el 2024 continúa siendo objeto de polémica. La propuesta del Instituto Nacional Electoral (INE) de obligar a los partidos políticos a postular a cinco mujeres y cuatro hombres en las nueve gubernaturas, próximas a renovarse, ha generado un intenso debate y resistencias.
El artículo 35, fracción II de la Constitución federal establece que son derechos de la ciudadanía el poder ser votada en condiciones de paridad para todos los cargos de elección popular. Ni las gubernaturas ni la Presidencia de la República son la excepción.
En el artículo 41 Constitucional, fracción I, también se señala que, en la postulación de sus candidaturas para la renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo se realizará mediante elecciones libres, auténticas y periódicas, y se observará el principio de paridad de género. Y que los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, fomentar el principio de paridad de género […] hacer posible su acceso al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo, así como con las reglas que marque la ley electoral para garantizar la paridad de género, en las candidaturas a los distintos cargos de elección popular.
Si la paridad en un principio que rige la materia electoral; y que su interpretación en la postulación de las 9 gubernaturas se traduce en la postulación de cuatro hombres y cinco mujeres, considerando la deuda histórica en estos cargos y la actual brecha de género del 43%. En 2023, solo nueve mujeres son gobernadoras.
La controversia en el pleno del INE llegó a su punto más álgido cuando se argumentó que el INE estaría excediendo sus facultades y que la imposición de estas reglas atenta contra la autonomía de los partidos. El consejero Uuc-kib Espadas llegó a calificar el debate como «terriblemente agotador», lo que finalmente condujo a la decisión de posponer la votación.
Al respecto, la consejera Dania Ravel señaló que la paridad de género ya debería ser parte de la rutina democrática en México.
Estas resistencias podrían causar un mayor “agotamiento” si prospera la propuesta, con olor a advertencia, de la consejera Carla Humphrey relativa a la inclusión de la paridad de género no solo a las gubernaturas sino también a la Presidencia de la República.
Mientras que, en sus plataformas, los partidos asumen una posición políticamente correcta ante una mayor presencia de las mujeres en la política. En los hechos, la confrontan, evidenciando el doble discurso. La paridad agota al patriarcado.
¿Usted, qué opina?
POR NOHEMI ARGÜELLO SOSA




