Las militancias panista y priísta de Ciudad Madero ven cómo conforme avanzan las semanas y se acercan los tiempos en los que el partido -o quien tenga que hacerlo- decida las candidaturas a la Presidencia Municipal, las diputaciones locales y hasta la propuesta para la federal del distrito 8, algunos de los interesados aprietan el paso en su carrera por alcanzar ese objetivo.
Y aunque formalmente no puede considerarse como una alianza entre al menos dos aspirantes, el sentido común indica que por ejemplo el diputado Carlos Fernández Altamirano y el magistrado regional del Supremo Tribunal de Justicia, Andrés González Galván forman una mancuerna que puede empujar en su favor para conseguir las nominaciones.
Ambos, cada uno por su lado, han estado haciendo un trabajo territorial intenso y que viene de menos a más, con presencia en las colonias, proyección mediática a través de sus redes sociales, así como la participación en diversos eventos a los que son invitados lo mismo de temas relacionados con la impartición de justicia que con la transparencia.
Carlos Fernández es diputado local y ha mostrado interés en ser el candidato del PAN a la Alcaldía maderense, sabiendo que es quizá la figura del blanquiazul con más vigencia en este momento. Claro, hay miembros de los grupos que tradicionalmente se han apoderado de las regidurías mediante negociaciones cuando buscan las nominaciones a la Presidencia Municipal o a las diputaciones, pero han venido a menos.
Fernández Altamirano es uno de esos casos en los que el PAN de Madero puede voltear a ver a un elemento que se ha mantenido firme en su postura de no dejar la fracción parlamentaria, a pesar de las fuertes presiones que ha recibido para ello o para cambiar el sentido de sus votos para alinearse con los de Morena en el Congreso.
Ha sido inclusive, objeto de amenazas directas y veladas, con fincarle procesos judiciales por el desempeño que tuvo cuando fue titular del Instituto del Deporte Tamaulipas. No obstante, el diputado ha reiterado una y otra vez que no cederá.
Esa postura le ha ganado no solo simpatías dentro del PAN maderense sino también en un vasto sector de la sociedad civil. Entre los azules lo ven como una de las cartas más firmes en el proceso interno, aunque todavía no inicia y en la lista se han anotado también el dirigente municipal del partido, Francisco Castañeda Cruz y Alba Verástegui Ostos, hermana de César “Truco” Verástegui, el excandidato a la gubernatura.
Por el lado del PRI, si bien no es militante, el magistrado Andrés González Galván es considerado como una alternativa para presentar dentro de la alianza que el partido seguramente formalizará con el PAN y el PRD.
Andrés ha estado haciendo un trabajo de acercamiento en las colonias de madero desde hace unos meses y con el apoyo de algunos amigos ha empezado a crear un equipo de trabajo que le facilita algunas cosas como el contacto con determinados sectores de la sociedad civil, con empresarios y con algunos liderazgos.
El magistrado es hijo de Guadalupe González Galván, quien fuera Alcalde de Ciudad Madero hace cerca de 20 años, pero que sigue siendo uno de los referentes más conocidos del PRI. Parte del trabajo territorial de Andrés tiene que ver con las puertas que se le abren por el reconocimiento al trabajo de su padre, lo mismo en el servicio público que en sus actividades profesionales y personales.
Como decía, sin ser propiamente una alianza formal o algo pactado, se nota que tanto Carlos como Andrés están haciendo cada uno por su lado lo que consideran adecuado dentro de los grupos políticos y partidos a los que están cercanos, para conseguir su objetivo.
Esa mancuerna, en los hechos, puede ser analizada desde ahora como una fórmula que vaya indistintamente por la Presidencia Municipal o una de las dos diputaciones locales que se disputarán en 2024 en Ciudad Madero.
EL PRESIDENTE Y EL GENERAL SOSPECHOSO
Hace tres años, el General Salvador Cienfuegos fue detenido en Estados Unidos por autoridades federales, que lo acusaron de presuntamente haber protegido a cabecillas de un grupo criminal dedicado al tráfico de drogas hacia ese país, así como de lavado de dinero. De pronto, el militar que siempre se condujo con discreción e institucionalidad se convirtió en sospechoso para los estadounidenses.
La aprehensión de Cienfuegos, quien había sido secretario de la Defensa Nacional en el gobierno de Enrique Peña Nieto, causó una sacudida en las relaciones de México con Estados Unidos.
Cienfuegos fue un actor de alto perfil en la administración priísta y tenía acceso a gran cantidad de información generada por la inteligencia de la Sedena, tanto en relación con las operaciones de grupos criminales como con las actividades de políticos de todas las filiaciones, lo cual seguramente fue un factor que influyó en las negociaciones que terminaron por su entrega del gobierno estadounidense al mexicano.
Ya en el país, el extitular de la Sedena fue simplemente exonerado por el gobierno de López Obrador, a pesar de que numerosas versiones apuntaban a que el compromiso con Estados Unidos era procesarlo si lo entregaban a México. Y así, el General Cienfuegos quedó libre de toda sospecha.
Bueno, ayer, en un acto conmemorativo del Colegio Militar, el extitular de la Sedena recibió una presea de manos del Presidente que ha hecho de su gobierno el más sangriento en la historia del país y que destaca por ser tolerante con los criminales a quienes reparte abrazos, en vez de aplicarles la ley. Así las cosas.
ESCOTILLA
Con la serie de jornadas asistenciales y del funcionamiento de los “Módulos Amigo” en diversos sectores de Ciudad Madero, el diputado federal Erasmo González Robledo afianza su posición como el más avanzado en crecimiento en el territorio.
Erasmo tiene meses haciendo este tipo de actividades que lo acercan a la gente de colonias populares, lo que además alterna con sus tareas como presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados.
Por la sólida posición territorial y sus relaciones de alto nivel con los gobierno federal y estatal, el legislador sigue encabezando la lista de aspirantes a la candidatura de Morena a la Alcaldía maderense.
POR TOMÁS BRIONES
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