CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Pese a que el Hospital Regional de Alta Especialidad (HRAE), atiende toda la demanda de servicios que registra, la falta de personal que desde inicio de operaciones ha enfrentado, provoca que se tengan que diferir citas hasta por 25 o 30 días.
La falta de personal en un 51 por ciento de los espacios, provoca que algunas camas censables se cierren, porque tampoco pueden excederse en el ´proceso de prestación de servicios que tienen los trabajadores en su contrato laboral.
En ese sentido advirtió que siguen trabajando con un 51 por ciento de plantilla tipo, “por el número de camas que es como se mide esto, tanto censables como no censables, una unidad de alta especialidad como esta debe tener mil 123 compañeras y compañeros de base trabajando», dijo.
Sin embargo desde un inicio han tenido faltantes de personal diverso, entre ellos, médicos, enfermeras y enfermeros, para las áreas de trabajo social, personal técnico y el personal administrativo.
Reconoció que ha sido complejo tener el personal que se requiere, lo que provoca que por lo menos 24 camas censables estén cerradas, “no las podemos tener con pacientes, que pudiéramos hacerlo, pero ¿quién los cuidará?».
Tras advertir que se requiere de la plantilla completa, no han logrado concretarla, pese a que han dialogado en la junta de gobierno sobre las necesidades, porque los derechos laborales del personal actual congregan más 26 mil días al año.
Con la mitad de la plantilla cada vez se complica más atender diversas necesidades del personal, como la cobertura de vacaciones, de insalubres, de días de riesgo e incapacidades.
“Necesitamos una plantilla completa para que la gente de manera programada disfrute de sus derechos laborales, pero no dejar desbastecido en recursos humanos al hospital».
Al retomar los días en que se puede diferir una consulta de especialidades, aceptó que en algunos casos puede ser de hasta 30 días, ya que el especialista además de atender consulta, tiene cirugías programas, lo que limita los horarios de consulta.
POR NORA ALICIA HERNÁNDEZ HERRERA
EXPRESO-LA RAZÓN