El presidente López Obrador asegura que el paro de labores del poder judicial beneficia a México por la sencilla razón de que por algunos días no defenderá a delincuentes ni protegerá intereses del gran capital nacional y extranjero. Desde luego tampoco los infractores de cuello blanco tendrán oportunidad de promover amparos que por lo general ganan, contando con la complicidad de jueces, magistrados y ministros.
Por su parte el columnista opina que la llamada “suprema corte” debiera permanecer “de brazos caídos” pero en forma indefinida, así la mayoría mexica no sufriría las consecuencias derivadas de la errónea tarea donde innumerables ejemplos señalan que los tales funcionarios (as) contribuyen a que la impunidad siga siendo una de las mayores enfermedades de la república. Y ni modo que sea invento.
Este jueves AMLO insistió en que la cancelación de los trece fideicomisos no tiene que ver con los trabajadores, sino con jefes de nivel superior rodeados de excesivos lujos a costa del presupuesto público, convertidos además en protectores de la ilegalidad que en ocasiones alcanza grado de escándalo por la falta de escrúpulos y la facilidad con que se violenta la Carta Magna, justo por quienes están obligados a defenderla. El ejemplo de auto protegerse para seguir recibiendo hasta 700 mil pesos mensuales de sueldo es uno más de los atentados contra la legalidad.
El movimiento que mantiene paralizada a “la suprema corte” fue convocado por el sindicato respectivo. Y es que, de acuerdo a denuncia conocida en “la mañanera” del miércoles, la organización recibe diversas cantidades en efectivo para realizar eventos de todo tipo sin compromiso de rendir cuentas a nadie. Existe opacidad que beneficia a la dirigencia encabezada por Jesús Gilberto González Pimentel, sujeto impuesto durante el gobierno de Peña Nieto quien, por lo tanto, es producto del neoliberalismo como son casi todos(as) los(as) integrantes del poder judicial.
Es fácil deducir entonces que la idea del paro tuvo origen en la tenebrosa oficina de la ministra presidenta Norma Piña Hernández, abierta y declarada opositora de la 4T, al igual que casi todos sus compañeros(as) que por sus maléficas actitudes no disfrazan la aversión al proyecto morenista de la nueva nación. Como que son herederos (as) del periodo más corrupto y traidor de que se tenga memoria en la historia del país. En este sentido AMLO invita a que salgan a dar la cara, sea a manifestarse como hacen los empleados. ¡Fuera máscaras!
Inútil decir que ante el acuerdo del legislativo “lloverán” amparos que han de decidir los propios integrantes de la SCJN. Y ni modo que lo hagan en su contra. Por todo lo anterior la necesidad de una reforma a profundidad en el poder judicial que será realidad después de las elecciones de junio. Digo, si es que el partido de AMLO logra ganar las dos terceras partes del congreso de la Unión. “Si no, pssss no”.
Mientras tanto, las víctimas del neoliberalismo aplaudimos el paro y rogamos porque se extienda lo más posible para que el daño a la república sea menor.
A VER QUIÉN AGUANTA MÁS…
Noticia celebrada el 22 de septiembre fue “la destitución” del fiscal anticorrupción Raúl Ramírez Castañeda por parte de la fantasmal “mayoría” de Morena en el congreso local. Ya sabéis que entre aplausos fue designado para el cargo Jesús Govea Orozco mismo que armado de herramienta especial y acompañado de Úrsula Salazar (líder mayoritaria en funciones), literalmente “asaltó” la oficina correspondiente instalándose ipso facto en el sofisticado escenario creado por su antecesor.
Pero resulta que el recién nombrado no está seguro de seguir cobrando las sagradas quincenas porque un juez ordenó la reinstalación del presunto ex funcionario. Y deje que contra éste aparece al unísono misteriosa orden de aprehensión que coloca en el limbo a ambos personajes.
Oiga, parece que todo lo que toca la diputación morenista se convierte en comedia engaña bobos. No hay semana que no deleiten cuando menos con una broma de las que tienen muchas y variadas, sea para todos los gustos, incluidas las vendimias de fin de semana en el tianguis de la desvergüenza y los pleitos de callejón protagonizados por “representantes populares” que creen van a serlo para siempre. Ojo que ahí las mentadas de madre, además de gratuitas, son muestra inequívoca de la excelencia del debate entre contrarios.
SUCEDE QUE
Como actores resultan pésimos simuladores.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA